32 POLÍTICA DOMÉSTICA
razón y la pasión no se confunden tanto, mientras que en la mujer casi todo es pasión, y hasta la razón misma lo es.
Empero no faltan excepciones.
Hay hombres tan móviles y arrebatados, tan poco acordes consigo mismos y tan impresionables, que presentan el ridículo contraste de tener aspiraciones varoniles y carácter femenino.
Y hay mujeres tan tranquilas, tan independientes de sus pasiones y con juicio tan seguro é imparcial, que el hombre más firme podría envidiar Ia recti- tud con que juzgan; pero, generalmente, los hombres juzgan más por la inteligencia, y las mujeres por el corazón.
Siendo la razón viril más extensa, más constante y más serena que la de la mujer, es más propia para gobernar; pues percibiendo mejor las reIacio- nes de los hechos, calculando más exactamente las consecuencias y pesando por modo más equitativo los inconvenientes y las ventajas, está en actitud de to- mar grandes resoluciones en interés de la familia, mucho mejor que una razón más viva y sutil, pero demasiado móvil y preocupada,
