Cartagena, en propaganda por las costas mexicanas, para auxiliar la independencia de la «perla de las Antillas». En la Argentina y Chile, Perú y Colombia, huellas dejó de su apostolado, ejemplarizando con sus donaciones y abnegación, con la elocuencia de su pluma y de su palabra, predicando los principios de la religión de la patria nueva.
No obstante todos estos nobles antecedentes, razón tuvo uno de nuestros eruditos poetas en llamarle «¡forastero en su tierra!». Firman publicaciones en su honor: Vicuña Mackenna, Palma, Menéndez Pelayo, Ticknor, Fernández Madrid, Florentino González, Vergara, Basavilbaso, en periódicos de Chile, Perú, Ecuador, Venezuela, Colombia y México. Mientras excursionamos por descubrir su nombre, he aquí cuento al caso de otra excursión memorable!
Un año antes fondeaba en Montevideo cierto bergantín, nombrado como su propulsor: el «Vapor», pero hasta el de 1825 no levó anclas el que tampoco salió del Plata, ni llegó á él. ¿Quién fué el argentino que primero se arriesgó á los peligros de lo desconocido en elemento pérfido como la onda?
Poeta en acción, en alas de su fantasía emprendió vuelo un domingo, y fué no á oír misa, á hacerse oír de su cara suegra, desde un barquito