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Rector se preocupó más que de indagar la verdad de la queja, en averiguar quién era entre los discípulos de don Martín Boneo, que regenteaba la clase de dibujo, el que tan lindas calaveritas pintaba».



IV

Así continuó por muchos años este conclave inofensivo de comentarios del día y eruditos á la violeta, mariscaleando y enderezando la Patria, ya que no podían enderezar escuálidas figuras que los años curvaban.

Numerosas mesas en cuatro largas hileras poblaban el único salón cuadrado, al que en su fondo se agregó últimamente complicada y altísima maquinaria para triturar, torrificar y mezclar el grano, cuyo café hervido á alta presión corría líquido por tubos, desde el piso alto.

Sesenta años después, en la Metrópoli, de millón y medio de habitantes, en cada esquina ha nacido un café, cuando no dos, pero no otro más agradable, tan abrigadito, lleno de dulces recuerdos y amistades duraderas, como el modesto y confortable Café de la Amistad, en el Paseo de Julio (1842-1892).

¿Dónde estará ese grupo de cabezas canas