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remate lo solicitó en compra particular, y previo prolijo reconocimiento de integridad, sano de lomo y planta, según examen del veterinario, convino su traslado inmediato.


III


He aquí uno de tantos que sin propia libertad derramó su sangre por la de otros. Cual el ciego de nacimiento que tanteando puertas y ventanas da á otros luz que no conoce, esclavos, alcanzaban para sus amos la libertad que no habian conseguido para sí.

La última tarde de 1812 veteranos del rey defendían el Cerrito en Montevideo fortificados en su cumbre, que el general Rondeau ordenara desocupar. Rechazado el primer ataque, el segundo llegó á media cuesta, cayendo Pablo en montón de heridos. En el momento supremo el Comandante Soler, aproxímase recogiendo su fusil, se cruza el vericú, y proclamando el diezmado batallón, sube el primero con sus valientes morenos, posesionándose definitivamente del Cerrito de la victoria, así denominado por tal hazaña.

«Toma asúca», — repetía con sus compañeros, exhortándoles el vehemente Soler á que triunfaran, pues si caían prisioneros, destinados serían