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Tradiciones peruanas

mismo día del asesinato de Pizarro, fué reducido á prisión por los parciales de Almagro el Mozo. Al retirarse éste de Lima condujo, siempre presos, á Suárez de Carbajal y otros; mas en Jauja los puso en libertad.

Vaca de Castro envió á Lima al bachiller Juan Vélez de Guevara con el carácter de teniente gobernador. Pero Illán Suárez y los regidores se negaron á reconocerlo y le rompieron la vara en pleno Cabildo, quejosos de que el nombramiento so hubiese hecho en persona recién llegada al Perú. Aunque Vaca de Castro tuvo noticia del desacato, no quiso usar de rigor, limitándose á reprender con suavidad a los motinístas. Verdad es que esto aconteció cuando ya se tenía noticia de la llegada á Panamá del virrey Blasco Núñez.

Basconingre Vila El Cabildo nombró á Illán para ir hasta Trujillo á recibir y felicitar al nuevo representante de la corona; mas en Huaura se informó de la severidad con que venía el virrey, quitando repartimientos y realizando otros actos de justicia, y entonces resolvió regresarse, escribiendo antes á su hermano lo poco que tenían que esperar de Blasco Núñez; y que pues les había de quitar los indios, especialmente á él como á oficial real, procurase convertir en dinero toda su hacienda para regresarse á España, antes que las disposiciones del virrey pudiesen dañarlos en sus intereses. Súpolo Blasco Núñez, y desde entonces vió de mal ojo á Illán Suárez. Así cuando el 15 de mayo de 1544 recibió en palacio la visita de los notables de Lima, al abrazar á Illán, con quien se conocía desde España, le dijo:

«Siento que seáis vos de los pocos á quienes no podré hacer bien ni merced alguna.» Blasco Núñez primer virrey del Perú Del breve gobierno de este virrey no hay más noticia digna de consignarse que la del recibimiento del sello real en Lima. La ceremonia fué solemne. «El sello—dice un cronista—fue paseatlo en una caja sobre un caballo, cuyo caparazón era de terciopelo carmesí con franjas de oro. El caballo, llevado del diestro por un regidor de Cabildo, iba bajo palio de brocado, sosteniendo las varas los demás regidores. Detrás iban el virrey