Página:Tragedias de Sófocles - Leconte de Lisle (Tomo II).djvu/161

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
157
Electra

¿Cómo, puesto que llevo las cenizas de Orestes?

Las cenizas de Orestes no están ahí, si no es en palabras.

¿Dónde, pues, está la tumba de ese desgraciado?

En ninguna parte. Los vivos no tienen tumba.

¿Qué dices, hijo?

No digo nada falso.

¿Vive, pues?

Puesto que mi alma está en mí.

¿Eres tú, pues, Orestes?

Mira esta señal de mi padre, y reconoce que digo verdad.

¡Oh queridísima luz!