¿Cómo? Engendrándolo en otra mujer, hijo tuyo, y entregándomelo luego. ¡Y quiéralo ella o no lo quiera, que lo quiero yo y basta!
DON JUAN.—Pero cómo quieres que yo quiera a otra mujer...
RAQUEL. ¿Quererla? ¿Qué es eso de quererla? ¿Quién te ha hablado de querer a otra mujer? Harto sé que hoy ya tú no puedes, aunque quieras, querer a otra mujer.
¡Ni yo lo consentiría! ¡Pero no se trata de quererla; se trata de empreñarla! ¿Lo quieres más claro? Se trata de hacerla madre. Hazla madre y luego dame el hijo, quiéralo ella o no.
DON JUAN. La que se prestara a eso sería una...
RAQUEL—¿Con nuestra fortuna?
DON JUAN.—¿Y a qué mujer le propongo eso?
RAQUEL.Proponerle qué?
DON JUAN.—Eso...
RAQUELLO que has de proponerle es el matrimonio...
DON JUAN.¡Raquel!
RAQUEL. ¡Sí, Juan, si; el matrimonio! Tienes que casarte y yo te buscaré la mujer; una mujer que ofrezca probabilidades de éxito... Y que sea bien parecida, ¿eh?
A decir esto se reía con una risa que sonaba a llanto.
RAQUEL.—Será tu mujer, y de tu mujer, ¡claro está!, no podré tener celos...