INICIATIVAS FEMENINAS 17
La mejor prueba de que el progreso de la con- dición de la mujer tiene por causa principal el cristianismo, es que no se encuentra sino allí don- de sus doctrinas han sido predicadas, y siempre en proporción de la influencia social que ejerce.
Una demostración indirecta de tal aserto puede hallarse en la obra de M. Ch. Letourneau titulada La condition de la femme dans les diverses races et civilisations. En ella se consigna un sinnúmero de hechos—que en su mayoría están bien lejos de ser edificantes—y de documentos relativos á la situación de la mujer y al régimen de la fami- lia en los países no cristianos (Africa, Melanesia. Polinesia, Japón, China, etc.), que prueban hasta qué punto la doctrina de Cristo ha mejorado la condición de la mujer. Esta demostración es tanto más evidente cuanto que el autor ha manifestado repetidas veces su hostilidad hacia el catolicismo.
Bajo la influencia de la Iglesia la condiciór de la mujer fué mejorando poco á poco, y al llegar la"Edad Media puede decirse que ejercía ya en su hogar verdadera soberanía. “Y eso se com- prende tanto mejor cuanto más se conoce el ré- gimen económico de aquella sociedad, en la cual tan importante papel desempeñaba la mujer en el interior de la casa. Como entonces había que ha- cer por la misma familia casi todo lo que hoy día puede comprarse ya preparado, todas las facul- tades de la mujer se desenvolvían bajo el techo doméstico, y sus diversas aptitudes encontraban ancho campo donde desenvolverse. Las labores femeninas no constituían un mero pasatiempo, pues se requería á veces la vida de una joven para preparar su canastilla, que hoy día puede adquirirse en una hora mediante una visita al Bon Marché (1), ó una simple carta, después de exa-
(1) Uno de los grandes bazares de París. Tomo 1 2
