INICIATIVAS FEMENINAS 173
En sus comentarios á la encíclica Rerum nova- rum, el ilustre arzobispo de Westminster explica- ba cómo en esta cuestión había un verdadero caso de conciencia (1): “Ante el altar y ante Dios, una mujer se compromete mediante un contra- to con un hombre y por toda la vida á cumplir sus deberes de esposa, de madre y de encargada del gobierno de la casa. ¿Cómo ha de serle lícito, aun con el asentimiento del marido, celebrar con un fabricante ó un patrono un nuevo contrato, en virtud del cual dejará de cumplir el primero, puesto que le impedirá desempeñar su papel de ama de casa, y hasta la educación de sus hijos?,,
El cardenal Manning no titubea en responder negativamente: “Que la mujer cumpla sus debe- res domésticos: después podrá ocuparse en otros asuntos ,.
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Entre estos, deberes domésticos, no hay niugu- no tan importante como el relativo á los hijos: por encima de todo, la madre se debe á estos pe- queños seres, aun desde antes de su nacimiento. No debe, por tanto, á menos que haya un motivo muy grave, exponerse antes de que vengan al mundo á accidentes ó fatigas excesivas que com- prometan la existencia de esos seres.
Y sobre este punto no puede caber duda. ¿Qué sucede frecuentemente en la clase obrera? Las desgraciadas madres continúan trabajando en el taller ó en la fábrica hasta el momento mismo del parto; y siete ú ocho días después, á veces me-
(1) La question ouvriére et sociale, página 102.
