INICIATIVAS FEMENINAS 175
al mismo, es igualmente necesario, no ya en in- terés de la madre, sino también del recién nacido. Conocida de todos es la espantosa mortalidad que azota á la infancia, sobre todo en sus prime- ros años. En Francia, de 1.000 defunciones 167 son de niños menores de un año; es decir, una sexta parte. En algunas ciudades pasa aún de esa cifra: 274 en Lille; 342 en Dunkerque; y en Saint- Pol-sur-Mer, 509 por 1.000. En los cementerios de las grandes ciudades industriales, como Rou- baix y Tourcoing, de cada tres sepulturas una pertenece á un niño menor de un año. Gran número de éstos (puede decirse que un 385 por 1.000) mueren de gastroenteritis ó de diarrea; ó lo que es lo mismo, son víctimas de la mala alimentación á que se los somete, y sobre todo de la falta de leche de la madre, pues los peligros de la lactancia artificial son tanto mayores cuanto menor es la edad. Puede, pues, afirmarse con el doctor Fauquet, del cual son estos datos (1), que el reposo de la madre después del parto, aunque no se limitase más que á cuatro semanas, permi- tiría, al menos al principio, la lactancia materna, y contribuiría notablemente á disminuir la morta- lidad infantil.
IV
En muchos países extranjeros se han preocupa- do con buen éxito de semejante estado de cosas. A Suiza corresponde el honor de haber sido la prímera en introducir en la legislación obrera una disposición especial en favor de las trabajadoras
(1) La protection légale des femmes avantet aprés l'accou- chement.