28 CIENCIA Y ACCIÓN
Otras Ligas ó asociaciones femeninas han ido constituyéndose en París, todas con el propósito de ayudar á sus adeptas al cumplimiento del deber social, del cual, por cierto—y dicho sea de paso, —tienen un concepto algo divergente. Entre ellas está, por ejemplo, el círculo Tradición-Pro- greso, tundado por la condesa de Brissac, y en el cual han hablado el dominico Besse, MM. de Lamarzelle, Boyer de Bouillanc, Delaire, el Mar- qués de Rosambo, el conde Mayoe de Luppe, etcétera: basta el solo nombre de los oradores para formarse idea de las tendencias políticas del grupo; la Liga de las francesas, presidida por la condesa de Saint-Laurent; la Asociación patrióti- ca del deber !. las mujeres francesas (1), que ha inscrito á la cabeza de su programa la lucha con- tra la masonería, y, por último, la Liga patriótica de las francesas (2), que secunda los trabajos de la Acción liberal popular, y que ofrece como fin práctico á sus asociados la difusión de las obras sociales. Organiza, lo mismo en París que en pro- vincias, multitud de conferencias, en las cuales muchas veces la baronesa de Reille y otras “ora- doras, han defendido elocuentemente la causa de la libertad religiosa.
Al lado de estos organismos parisienses, que ejercen influencia sobre Francia entera, se han creado en ciertas regiones asociaciones comple- tamente autónomas, que son una vigorosa mani- testación del movimiento femenino cristiano. Po- demos citar, en el Centro, la Unión de las muje- res cristianas del Loire; en el Este, en Reims, la
(1) Publica un interesante boletín mensual, bajo la direc- son de Mme. F. Dorive. Sus oficinas, rue de Rivoli, 182, aris. (2) V. Guide social de l'Action populaire pour 1905, pá- gina 110. Las oficinas de la Ligue patriotique des Frangaises se hallan en la calle de Vaugirard, 53, Parí8.