INICIATIVAS FEMENINAS 29
Liga de las mujeres de Reims, y en Nancy, la Liga de las mujeres lorenesas. Todas estas agru- paciones son de verdadera acción, y están bien lejos de desentenderse de las cuestiones políticas (tomada esta palabra en su sentido más amplio y elevado): se ocupan especialmente en la difusión de periódicos (1) y celebran multitud de reunio- nes, cuyo fin suele ser con frecuencia ilustrar á los electores sobre sus verdaderos intereses. Puede decirse en justicia que estas damas cum- plen admirablemente sus deberes de ciudadanas de una democracia libre, y que ellas mismas dan la prueba de la aptitud de la mujer para consa- grarse con utilidad á la cosa pública, demostra- ción que no es para nosotros de despreciar.
Aparte de estas Ligas, varias de las cuales tie- nen matiz político, aun cuando sus Juntas direc- tivas lo hayan prohibido con la mejor buena fe posible, se ha iormado hace ya muchos años al- rededor de Mile. Maugeret y de su atrevida re- vista Féminisme chrétien un grupo de mujeres animadas únicamente de preocupaciones religio- sas y sociales, que pretenden demostrar á las fe- ministas anticatólicas que se puede permanecer fiel á la Iglesia y defender al mismo tiempo las justas reivindicaciones femeninas.
Este grupo—algún tanto ampliado —fué el que tuvo la idea, que al fin llevó á cabo, de reunir en Mayo de 1904 el primer Congreso Juana de Arco, cuyas sesiones se celebraron en el Institu- to católico de París bajo la presidencia de mon- sieur Péchenard.
(1) _Á este propósito citaremos la excelente organización de la Presse pour tous, que dirige Mme. Taine. Cuenta más de 20.000 socios, envía 17.000 periódicos ya leídos, y ha he- cho más de 3.000 suscripciones directas á periódicos de Pa- rís y provincias. (V. el interesante artículo de R. Pinon en la Guide Social pour 1995, pág. 116.)