80 CIENCIA Y ACCIÓN
za (1), M. León Bourgeois hacía declaraciones tan explícitas como las siguientes:
“Creemos que la educación moral y social de la mujer es una de las necesidades de la organi- zación actual: por eso la Liga la ha colocado á la cabeza de las conclusiones votadas por este Con- greso. Pero aún podría añadir otros motivos. Todos sabéis muy bien cuál será el papel que la mujer desempeñará en la sociedad, desde el punto de vista político, el día que hayan triun- fado nuestras ideas. Pues bien; entonces, si la mujer en Francia está á nuestro lado, si se en- cuentra libre de trabas y de prejuicios, y si tiene conciencia de sus deberes, estad tranquilos: la República y la Democracia serán inquebrantables; mas si, por el contrario, existe una diferencia de opinión y aun de orientación entre la mujer y el hombre, aquellas instituciones se hallarán siem- pre en constante peligro.,,
Las palabras de M. León Bourgeois no se per- dieron en el espacio: la Liga se ocupó con espe- cialidad del elemento femenino; se multiplicaron para la mujer los cursos especiales, las reuniones, etcétera; y esos esfuerzos se vieron coronados por el éxito, como lo prueba el que en 1894 no había más que 966 cursos de niñas, y el pasado año (1904) ha habido 15.354, á los cuales han asistido 174.000 discípulas. Y aunque la cifra es respetable, e! movimiento ascensional no lleva trazas de detenerse.
La Memoria de M. Edouard Petit da intere- santes detalles sobre esta enseñanza femenina; pero, desgraciadamente, no dice una palabra sobre el punto que nos preocupa.
(1) El carácter masónico de esta Liga puede verse consul- tando las obras de Tavernier, La Moral et !' Esprit laique (pá- gina 62), y Goyau, Z'Ecole d'aujourd'hui (págs. 51 y sigs.)