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Página:Una excursión a los indios ranqueles - Tomo II (1909).djvu/339

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Cap.Pág.
XXVIII.
 El sueño no tiene amo.—El toldo de Ramón nada dejaba que desear.—Una fragua primitiva.—Diálogo entre la civilización y la barbarie.—Tengo que humillarme.—Se presenta Ramón.—Doña Fermina Zárate.—Una lección de filosofía práctica.—Petrona Jofré y los cordones de Nuestro Padre San Francisco.—Veinte yeguas, sesenta pesos, un poncho y cinco chiripáes por una mujer.—Rasgo generoso de Crisóstomo.—El hombre ni es un ángel ni una bestia........................................................................................................................................................................................................
277
XXIX.
 La familia del cacique Ramón.—Spañol.—Una invasión.—Despacho al capitán Rivadavia.—Cuestión de amor propio.—Buen sentido de un indio.—En Carrilobo soplaba mejor viento que en Leubucó.—Suenan los cencerros.—Atíncar (véase bórax).—El hombre civilizado nunca acaba de aprender.—Me despido.—Cómo doman los bárbaros.—¡Últimos hurrahs!........................................................................................................................................................................................................
287
XXX.
 Á la vista de la Verde.—Murmuraciones.—Defecto de lectores y de caminantes.—Dos cuentos al caso.—Reglas para viajar en la Pampa.—La monotonía es capaz de hacer dormir al mejor amigo.—Dos polvos.—Suerte de Brasil.—Reproche de los franciscanos.—¿Tendrán alma los perros?—Un obstáculo........................................................................................................................................................................................................
297
XXXI.
 Otra vez en la Verde.—Últimos ofrecimientos de Mariano Rosas.—Más ó menos todo el mundo es como Leubucó.—Augurios de la Naturaleza.—Presentimientos.—Resuelvo separarme de mis compañeros.—Impresiones.—¡Adiós!—Un fantasma.—Laguna del Bagual.—Encuentro nocturno.—Un cielo al revés.—Agustinillo.—Miseria del hombre........................................................................................................................................................................................................
307
 Epílogo........................................................................................................................................................................................................
321