Página:Una excursión a los indios ranqueles - Tomo II (1909).djvu/80

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 76 —

las agonías de su opresor, y queriendo saber quién era ese mayor Colchao, la interrumpí, preguntándole.

—¿Y quién es Colchao?

—Ese hombre que habrá visto, señor, aquí, el que traía enlazada la res que le carneamos.

Yo lo había tomado por un indio.

Era un hombre insignificante. Mi compadre tenía mucha confianza en él. Hacía de capataz suyo.

—¿Y este muchacho, dices que es hijo de Colchao?

—volví á preguntarle.

—Sí, señor—repitió.

—Y, ¿dónde vives tú?—le pregunté á aquél.

—En la toldería del capitanejo Estanislao.

—i Cerca de aquí?

—No, señor.

—¿Qué distancia hay?

—Un día de camino (son treinta leguas en lenguaje convencional de los indios).

—¿Y á ese hombre le conoces ?—le pregunté, señalándole al cuarterón.

—Sí, señor.

— Desde cuándo?

—Hace tres días.

—¿¡Tres días no más?

—Sí señor.

—¿Cómo así?

—Lo he conocido en el campo, viniendo para acá.

—¿De dónde venías?

—Del toldo de Estanislao.

—¿En qué rumbo queda?

—Aquí (señalando al Sudoeste).

—¿En qué venía ?

—A caballo.

—¿Con cuántos caballos?

—En el montado.