Página:Una excursión a los indios ranqueles - Tomo I (1909).djvu/104

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Y ahí está el país, la causa de la montonera y otras yerbas.

El Coronel los conchababa para robar; para robarle al lucero del alba que fuera. No había inconveniente.

Estaban prontos y resueltos á todo, á derramar su sangre, á jugar la vida. Lo mismo había sido ofrecerles diez pesos y todo lo demás, que lo que ganaban honradamentedecían á una predisposición, á una educación, á las seducciones del caudillaje bárbaro y turbulento.

Quizá se decían interiormente: ¡Este sí que es un Coronel, y lindo!

Mas se trató de los indios, de los mismos que no hacía muchos meses asolaban su propio hogar, y las disposiciones cambiaron con la rapidez del relámpago.

¿Era miedo? ¿Qué era? stolen obrained ni No, no era miedo.

GITARIS

Nuestra raza es valiente y resuelta; no es el temor de la muerte lo que contiene al gaucho á veces.

Yo he visto á uno de ellos discurrir como un filósofo en el momento de llevarlos á fusilar.p ofarus 90—Era un sargento: el sacerdote le instaba á confesarse, no quería hacerloen cigge A —¿Que no temes á la muerte? alam #67) —Padre—contestó con marcada expresión, la muerte es un salto que uno da á obscuras sin saber dónde va á caereoliedsotngon sh Fué esto en Chascomús.

1802 sia ogro ¿Y, qué detenía entonces á los Voluntarios de la Pampa, que así se llamaron al fin; qué los arredraba ?

¡Ah! es triste decirlo. Pero es verdad, y hay que decirlo, para enseñanza de las jóvenes generaciones en cuyas manos está el porvenir, las que nos salvarán á nosotros, aspirantes de la intolerancia y del odio, este sihs: