¿En qué trabajabas antes de ser soldado?
—En nada —¿Sabes por qué te han destinado?
—No sé.
—Dicen que eres ladrón, cuatrero y asesino.
—Así será.
—¿Pero tú qué crees?
—Yo no soy hombre malo.
—¿Qué eres entonces ?
—Soy hombre gaucho.
—Pero, por eso solamente no te han de haber des tinado.
—Es que los jueces no me quieren.
—No te habrás querido someter á su autoridad.
—No me ha gustado ser soldado; cuando he sabido que me buscaban, he andado á monte. He pelea do ¿lgunas veces con la partida, y la he corrido.
—¿Eso es todo lo que has hecho?
—Todo.
—Pero me has dicho que no trabajabas en nada, y para vivir sin hacer daño al prójimo es menester trabajar en algo. Te vuelvo á preguntar, ¿de qué viví és ?
—Soy jugador.
—¡Pero cómo es posible que digan que eres ladrón, cuatrero y asesino, si no lo eres?
—Me han achacado las cosas de otros compañeros que no he querido delatar, y dirán que soy asesino, porque les he dado algunos tajos á los de la partida.
—¿Quieres que hagamos un trato?
—Como usted quiera, Coronel.
—¿Tienes palabra ?
—Sí, señor.
—¿Tienes honor?
Rufino no contestó.
—¿Sabes lo que es el honor?