ESTUDIO PRELIMINAR
fondo de la doctrina. Se le verá constantemente preocupado en combatir el error: toda su obra es una lógica viva, o una psicología coextensiva a la vida. Y hay en toda su obra como un desespero, como un tormento secreto del pensamiento, que incide, trabajosamente, en esas oposiciones como manchas, mientras observa con serenada angus- tia, el curso de lo real y vela en exploraciones re- cónditas. La doctrina está ahí; el que haya hecho volar todas estas capas, estratificaciones menta- les de errores, horrores y perjuicios, la descubre, y si se anima a vivirla, que la viva. Para avanzar por aquí, precisa hundirse en ese intrincado curso, en una búsqueda lúcida y desesperada de lo que hace la continuidad de lo real manteniendo las dis- posiciones que llevan a la verdad y garantizan la comprensión. El que no sienta el caso Vaz Perrei- ra como una meditación mantenida en el plano de lo meramente humano, y no cuente a su favor con la posibilidad de pensar y sentir las cosas con una fuerte sensación de futuro, lo perdera de vis- ta, irremediablemente... .
Hay que insistir todavía: Aquella pluralidad de imágenes de que hablábamos, que informan el
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