Página:Viaje en las rejiones septentrionales de la Patagonia.djvu/84

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
— 70 —

adelante: eramos tan felices respirando con toda la fuerza de los pulmones, el aire puro que nos enviaban los campos vecinos.

Al Sud, al frente concluia la cordillera, que terminaba en suaves ondulaciones; transicion de las formas abruptas de los Andes a los terrenos llanos de la pampa. Un poco ántes de su fin, la cresta haciendo una inflexion formaba una abra notable. ¿No seria esta abra la abertura que daba paso al famoso camino de Bariloche, por el cual los sacerdotes españoles traficaban desde Chiloé a su mision de Nahuel-huapi? Tengo fuertes presunciones para creerlo, i lo que me confirma en esta opinion es lo que me refirió mas tarde un indio Pehuenche llamado Anti-leghen (Blancura del Sol). Me dijo que cada año venian los indios a las orillas de Nahuel-huapi a recojer animales éstraviados, que él mismo, hacia poco habia recojido mas de cincuenta animales vacunos con marcas: provenían evidentemente de los alemanes de la colonia de Llanquihue, que tienen potreros hasta el pié de la cordillera; sin duda alguna estos animalas habian pasado por la abra en cuestion.

Seguimos el camino para doblar la otra punta del puerto del Venado; ya la habiamos doblado cuando otro accidente nos obligó a ir otra vez a tierra: los botes volvieron a sumeijirse, pero la direccion oblícua de la orilla nos abrigaba del viento. Allí resolvimos esperar la puesta del sol, momento en que se calma el viento, para ir a pasar la noche detras de otra punta, distante ocho kilómetros, loma detras de la cual presumiamos encontrar el desagüe. Miéntras tanto encendimos fuego, pasamos revista a las provisiones, estendiendo al sol el charqui de los sacos mojados, recojimos un sin número de plantas para el herbario i a las siete nos hicimos a la vela; pero esta vez sin remolque: con los víveres perdidos en los vários accidentes que habian tenido lugar, la carga de la embarcacion habia disminuido: nos favorecia un viento suave. La luna era espléndida; sin embargo, despues de haber doblado la punta de la loma, resolvimos esperar al dia siguiente; bajamos a tierra en una playa en donde un buen fuego i un ulpo caliente nos puso en estado de pasar una buena noche, agregando a lo confortable, la esperanza que teniamos de encontrar el desagüe al dia siguiente; entónces olvidariamos inmediatamente nues tras fatigas i tendriamos la satisfaccion de haber obtenido el fin propuesto. Que se atribuya a la buena fortuna o a la precision de nuestras previsiones; el buen éxito coronaba la primera parte de nuestra empresa.

6 de enero.—Por la mañana el tiempo era magnífico, el sol res-