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Dia 6 del mismo

Salieron siete hombres a talar y abrir camino y los demas fueron con bastimento siguiendo el rio grande, que despues de unas seis quadras da vuelta al leste con un llano todo esplayado frente a una abra que va al leste y por ella es el camino. Despues de andar por esta playa como nuebe o diez quadras, sigue la abra del rio grande al sur cosa de media legua en donde esta el derrumdo y el cerro arrojando pelotones de nieve. Seguimos la abra del leste a la orilla de un rio claro el que pasamos dos veces hasta hacer pascana [1], y se condugeron los bastimentos que eran tres viages. Aun era temprano y la gente adelantó un viage para tener mas abanzado el camino y esto lo hacen por el gran deseo que tienen de llegar.

Dia 7 del mismo

Luego que aclaró el dia tomó la gente carga y llebaron otro viage: nosotros los seguimos hasta encontrar con lo que ayer


  1. El autor situa perfectamente el ventisquero del Peulla i vuelve a caracterizar el Tronador como "un cerro que arroja pelotones de nieve" (véase el dia 4 de enero).

    Debemos al señor Guillermo Cox, quien subió a la moraina i al ventisquero, una animada i detallada descripcion de este grandioso fenómeno; va inserta en la relacion de su viaje i ademas, mas estensa, en una carta que publicaremos al fin de este libro. El Dr. Steffen nos ha dado mas tarde una idea de su direccion i estension, demostrando su ramificacion en dos grandes brazos, de los que el uno viene del Oeste i el otro mas grande del Este, i que ocupan esa larga hondanada descrita arriba, que es dominada por la masa central del Tronador.

    Menendez ha llegado al fin al pié del verdadero paso, alojándose en la orilla del riachuelo que baja de la abra i probablemente en el mismo punto en que nosotros. Hess i yo, hemos alojado tambien. Este lugar es señalado por una enorme piedra redonda i aislada, de aspecto mui pintoresco; en su cima crecen grandes árboles que envian sus raices en forma de gruesas enredaderas hasta el suelo en que se han arraigado. No cabe duda que este gran fragmento de roca proviene de la cúspide del Tronador, siendo arrastrado por el ventisquero a su lugar actual i redondeandose sus cantos en este trabajoso trayecto por el roce con el hielo i con los flancos del cerro.