«Diremos, pues, que en el fondo estamos también conformes con La Patria en pedir buenas reformas. Hay que dictarlas buenas, para que por un tranquilo y progresivo camino, las Filipinas marchen y ocupen el puesto que merecen, sin sacudidas ni violencias. Es ya ley fatal en el mundo que ya nada se estacione, sino que todo se perfeccione y marche, y las colonias están también sometidas á esa ley. Procurar ó desear que se mantengan en un estado estacionario, es peor que pretender detener la marcha de un rio; porque no ha de ser inferior á la fuerza de las ondas la fuerza de millones de hombres que piensan y sienten»[1].
Sus trabajos políticos, literarios é históricos no le impidieron consagrar algunos ratos á la pintura y á la escultura. En Londres, como en Madrid y en todas partes, Rizal era un laborioso incansable. Hizo en Londres algunos cuadritos y algunas figuras escultóricas, parte de las cuales regaló más tarde á Blumentritt. «Tengo, díjome el sabio profesor[2], tres estatuas hechas por él. Dos son pendants: tiene la una el título El triunfo de la muerte sobre la vida, y la otra el de: El triunfo del saber sobre la muerte. La primera estatua representa un esqueleto vestido de fraile que lleva en sus brazos á una joven; la segunda representa una joven llevando en sus manos, por encima de su cabeza, un hacha encendida. La tercera estatua no representa una idea original, aunque es buena: es el Prometeo encadenado.» Y por vía de postdata, añade: «Acabo de recibir una noticia de Bélgica: que en aquel reino se conserva la memoria de su arte.» Pero quien, según sospechamos, vino & poseer las mejores obras de su ingenio artístico, fué «una señora rica de Biarritz»[3]. En Biarritz veraneó el año de 1889, recién llegado de Londres, y allí improvisó esa amistad, de la que no tenemos pormenores. En cuanto á otros trabajos de Rizal, «algunos de sus íntimos conservan sus pinturas, donde él ha exprimido el jugo de su alma soñadora y poética»[4].
Pero aun hizo algunas cosas más de provecho: en colaboración con los sabios A. B. Meyer y F. Blumentritt, puso notas á un códice chino de la Edad Media, que por Abril de 1889 publicaba, traducido al alemán, el Dr. Hirth[5]; y en la notable revista londinense Tribner's Record dió, en inglés, dos trabajos, uno de los cuales, inti-
- ↑ La Solidaridad, núm. 15; Barcelona, 15 de Septiembre de 1889. — En este articulo, Rizal contendía con La Patria, periódico diario de Madrid, que vivió poco. La Patria era órgano de los frailes filipinos. — En dicha fecha, Rizal debía de estar en Biarritz ó en París.
- ↑ Carta de Blumentritt á mí dirigida; Leitmeritz, 29 Enero 1897.
- ↑ La Independencia, número citado del 25 de Septiembre de 1898.
- ↑ La Independencia, número citado del 25 de Septiembre de 1898.
- ↑ V. Blumentritt, en La Solidaridad del 30 de Abril de 1889.