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XI.
De este modo las pasiones del alma, como son la alegría en la prosperidad, la indignacion que inspira la desgracia, el dolor que hacen sufrir las pérdidas, el placer que causa el goce de lo que por largo tiempo se habia deseado; antes de tomar fuerzas, y manifestarse en las acciones, se hallan todavía en un justo equilibrio, y en un estado de indiferencia hácia el exceso, ó hácia la falta.
Pero luego que ellas llegan finalmente hasta el punto indicado por la recta razon, forman el felíz acuerdo de las pasiones entre ellas, y con la misma razon. En equilibrio, pues, ellas son el gran principio de todas las bellas acciones, y de concierto con la razon son la regla universal del mundo, y la primera ley del género humano.
XII.
El justo medio es el punto mas cercano de la sabiduría, y es lo mismo no tocarle, que pasar sus límites.
XIII.
El sabio conserva siempre su justo medio; y el prevaricador se separa de él, ya por excederle, o ya por no llegar á él.
XIV.
¡Ah! ¡qué cosa tan bella y sublime es el justo medio! Pero entre el vulgo de los hombres, ¡quán pocos son los que saben