la sinceridad de sus intenciones, y hasta de grandeza moral, declaraba que un pueblo á quien se había dado una vez la libertad y que se juzgaba capaz de apreciarla debidamente, debía tener la energía de conservarla por sí mismo; que en tal situación no había querido volver sobre Buenos Aires.
Mientras esto hacía el general Urquiza, la Legislatura de Buenos Aires declaraba, el 21 de setiembre, que no reconocería acto alguno de los diputados reunidos en Santa Fe.
Después de realizados estos actos y cuando el general Urquiza había ya licenciado el ejército de la provincia de Entre Ríos, el gobierno de la de Buenos Aires envió sobre aquella una expedición armada a las órdenes de los generales Hornos y Madariaga, con el objeto de destruir el influjo y el poder de Urquiza. Esta expedición, que respondía á un plan de guerra que debía llevarse á las provincias del interior, fué derrotada.