Consumada la revolución de setiembre, algunos de los jefes que á ella cooperaron, especialmente en la campaña, promovieron en esta un nuevo movimiento revolucionario que fué encabezado por el coronel Lagos, el cual se proponía asegurar la paz interna de la provincia, y la unión con las demás provincias, derrocando al efecto al gobernador de Buenos Aires don Valentín Alsina, bajo cuya administración se inició la guerra civil que dió por resultado el desastre del ejército expedicionario.
Habiendo aceptado los nuevos revolucionarios el concurso del director provisorio, las fuerzas de mar y tierra de la Confederación, unidas á las de la campaña de Buenos Aires, pusieron sitio á esta ciudad. Pero habiendo sido sobornado el jefe de la escuadra y algunos jefes del ejército sitiador, el general Urquiza se vió forzado á levantar el asedio (julio de 1853).
Antes de abandonar el sitio, el general Urquiza celebró un tratado con los ministros de Francia é Inglaterra por el cual quedaron abiertos los rios Uruguay y Paraná á la navegación de ambos países. Este tratado quitaba á