. — 222 — demostrada la posibilidad de lo sobrenatural— la cuestión se vuelve histórica. ¿Reunen o no los Evangelios, al hablar de la Resurrección, por ejemplo, los caracteres que dan certidumbre a un hecho?
La contestación del analista en el sentido de la verdad, es luminosa.
Estas dos obras se completan : no son, entre las que siguen los métodos de la crítica moder- na, minuciosas historias como las de Didón y Le Camus; son síntesis en que se refuta lo . esencial y «un lo accesorio del libro de Renán : se palpan las falsedades de su interpretación, se reciben consejos sobre el modo de leer los Evangelios, y se encuentra a veces el refuer- zo de los exégetas alemanes. La armonía en- cantadora de los períodos de La Vida de Jesús, acaba por flotar sobre una orquesta de instru- mentos rotos. Y la palabra de Pressensé a pro- pósito de Strauss se aplica, naturalmente, a la novela francesa : «Semejante sistema encierra más contradicciones que las que él cuenta en los recitados evangélicos; y nos parece que este gran enemigo de lo sobrenatural exige de nues- tra parte, para aceptar sus teorías, una fe más
