Página:Voces chilenas de los reinos animal y vegetal.djvu/30

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

ramente encorvado; el plumaje de un color gris rojizo, que se armoniza perfectamente con el del suelo, las alas medianas, la cola curta y los tarsos largos.

«...en Chile no hay ninguna de las alondras propiamente tales; los caminantes se aproximan, sin embargo, mucho a ellas.» Philippi. «Encuéntrase comunmente esta ave en medio de los caminos buscando coleópteros, de que se alimenta. Sumamente familiar, se le ve marchar adelante de las personas y caballos, y sólo cuando se está a muy pequeña distancia, se decide a tomar el vuelo.» Gay. Esto explica, observa Lenz, el nombre castellano caminante.

Lenz, n. 1505, da la forma caminanche, como vocablo castellano en boca de indios.

Román, I, pp. 244 y 514.


Canastero, m. (Sinallaxis sordida).

Avecilla así llamada por la habilidad con que fabrica su nido colgado de los arbustos en forma de un alargado canasto. Otras especies de este mismo género reciben en Chile los nomines de comecebo, trabajador y bullicioso. «De un bruno ceniciento por cima, y por bajo de un ceniciento obscuro; los carrillos y la garganta amarillentos; la barba es blanquizca; una leve ceja amarillenta se extiende desde los respiraderos nasales hasta la nuca; pico y pies de un bruno obscuro. Longitud total: 8 pulgadas.» Gay.

Román, 1, p. 518. para canastero.


Canelo, m. (Drymis chilensis).

«Hay un árbol célebre de los indios en este reino, que ellos le llaman en su lengua boyque (léase voyghe, forma araucana) y los españoles canelo, porque se parece al canelo que hay en Zumaco, de las provincias de Quito, como lo notó Francisco de Gómara en la Historia general de las Indias. Esta muy autorizado de los naturales, así porque sirve de salvoconducto de unas provincias a otras, como de estandarte en las confederaciones de paz... Y demás de servir a estos indios de lo que a los romanos la oliva, es singularmente dedicado al demonio, el altar de sus sacrificios y el trono de sus oráculos y