Página:Voz del desierto (1907).djvu/199

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 195 —

para seguir la ascensión á la frontera, lo mejor que le pudimos desear fué una muerte tranquila antes de su irremisible desengaño.

Héroe de la soledad, conquistador por sangre, soberbio ejemplar de orgullo individual, manso buitre de esas sierras, no merece ser destronado de su feudo ilusorio por un simple juez de paz.

Poste de horca olvidado alli por la conquista, tuvo el mérito de reverdecer y cargarse de los primeros racimos de la agricultura argentina en el Neuquén.

La mengua de su cuchillo de sargento, lavada está de sobra con el jugo de sus viñas y la sangre propiciatoria de sus cabritos proverbiales.

Días después de aquella despedida, instalados ya en las termas de Copahues, mi compañero golpeaba la frágil columna que sirve de hito internacional en esa altura, y en tono de reminiscencia cariñosa, decía: —¡Adiós, sargento Juárez!