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Pensamientos (Rousseau 1824): 01

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PLACERES, DIVERSIONES.

Los placeres esclusivos son la muerte del placer.

El arte de sazonar los placeres consiste en ser avaro de ellos.

Abstenerse para gozar, es el epicurismo de la razon.

No es legítimo el placer, ni aun en el matrimonio, sino cuando es comun el deseo.

Jamas amarán los corazones sensibles los placeres tumultuosos; vana y estéril felicidad de las personas que nada sienten, y que creen que atolondrar la vida, es gozar de ella.

La variedad de los deseos viene de la de los conocimientos, y los primeros placeres que se conocen, son por largo tiempo los únicos que se buscan.

El placer que un hombre quiere tener para que los otros lo vean, es perdido para todos; no lo es ni para él mismo ni para los demas.

Las verdaderas diversiones son aquellas de que se participa con el pueblo; los que quieren tenerlas para sí esclusivamente, no las tienen.

La ridiculez, que la opinion teme mas que todo, está siempre á su lado para tiranizarla y castigarla. Nadie es ridícilo sino con ciertas fórmulas determinadas. Quien sabe variar sus situaciones y sus placeres, borra hoy la impresion de ayer, y es como nulo en el espíritu de los hombres; pero goza, porque está entero en cada hora y en cada cosa.

Todo lo que depende de los sentidos y no es necesario para la vida, varía de naturaleza tan luego como se torna en hábito: convirtiendose en una necesidad, deja de ser un placer, y es al mismo tiempo una cadena que uno se toma, y un goce de que se priva. Prevenir siempre los deseos, no es el arte de contentarlos, sino el de estinguirlos.

Mudemos de gusto con los años: no disloquemos mas las edades que las estaciones: conviene ser uno en todos los tiempos, y no luchar contra la naturaleza: estos vanos esfuerzos gastan la vida y nos impiden usar de ella.