Plegaria (López de Ayala)
Ir a la navegación
Ir a la búsqueda
¡Dame, Señor, la firme voluntad, compañera y sostén de la virtud; la que sabe en el golfo hallar quietud y en medio de las sombras claridad: la que trueca en tesón la veleidad y el ocio en perenal solicitud, y las ásperas fiebres en salud, y los torpes engaños en verdad! Y así conseguirá mi corazón que los favores que a tu amor debí, te ofrezcan algún fruto en galardón... Y aun tú, Señor, conseguirás así que no llegue a romper mi confusión la imagen tuya que pusiste en mí.