Plenitud/XLVI (Levantate a conquistar)
La conquista de almas es la conquista por excelencia. Diariamente debes levantarte con el propósito de conquistar a todos aquellos de tus hermanos con quienes el destino te ponga en contacto.
A unos los conquistarás con tus palabras amables, a otros con tus miradas afectuosas, a los de más allá con tus servicios.
Sé un don Juan de las almas. Deja en cada una de las que encuentres una huella de luz.
Además de la íntima alegría de estas conquistas, podrás, merced a los que te quieren, hacer mucho bien.
El hombre que tiene amigos es todopoderoso para la caridad. Lo que él no puede dar, por amor a él lo darán con placer los otros; lo que él no puede hacer, por amor a él otros lo harán sonriendo.
Multiplicará insensiblemente los dulces recursos y las fuerzas eficaces que le son necesarios, y podrá amar doblemente a los tristes y a los pobres: con su amor y con el amor de todos los corazones conquistados.