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Juicios críticos

labras amare i amor; lo que probaria que los romanos declararan a las mujeres eslavas su amor, usando la lengua de ellas. Aun mas, llega a la conclusion final de que "la lengua valaca tal como la conocemos hoi dia (por desgracia solo insuficientemente) adornada de voces eslavas no debe su oríjen a ninguna otra causa sino al amor." La misma observacion un tanto grotesca, ha sido repetida por Roesler en sus "Estudios Rumanos" (Leipzig 1871, páj. 144,) aunque éste (no dudo que solo debido a alguna inadvertencia) no cita a su predecesor. A Lenz no se le escapó este fenómeno característico de la mezcla de idiomas. Dice, por ejemplo, en la páj. 18: "Las relaciones de los soldados del rei de España con los indios, i mas particularmente con las indias, les imponian numerosos términos de cocina i de vida doméstica e íntima." Véanse en el Diccionario los artículos china ( = "sirvienta," en lengua india; "mujer de clase baja," en chileno) i huahua ("nene, niño chico," es el término con que la madre india designa a sus hijos, miéntras el padre dice churi al hijo varon i usuri a la hija).

América tambien es el pais en que hasta hoi en ciertos casos varones i mujeres de una misma tribu hablan un lenguaje distinto, fenómeno que se esplica lo suficiente por la historia (guerra, robo de mujeres) i que nos muestra los dos elementos, por decirlo así, sin mezcla, separados. Indudablemente se podrá tambien en las lenguas neolatinas reconocer vestijios de la diferencia nacional entre hombres i mujeres, principalmente en las voces que se refieren a la esfera sexual. Supongo, por ejemplo, que así se esplique el hecho de que falta una denominacion pan-románica para "penis," a miéntras que "cunnus" existe en todas partes, con la única escepcion—i bien característica—del rumano que sustituyó la palabra eslava pijda (ignoro si falta tambien en el rético).

Seria seguramente tarea grata investigar este problema de la influencia femenina en la mezcla de idiomas.

Tambien en los detalles suministra Lenz muchas noticias importantes o interesantes para la lingüística románica. Así encontramos pormenores nuevos referentes a ciertos vocablos culturales que por el intermedio del castellano han sido traidos de América. Nos prueba, p. ej., que la etimolojía corriente