POLÍTICA DOMÉSTICA 263
Generalmente, no es indispensable que las niñas aprendan mucho; pero si que aprendan bien: lo más importante no es las materias de la instruc- ción, sino el uso que debe hacerse de ellas: excepto aquellas nociones que son de uso práctico y que se- ría vergonzoso haber olvidado, las demás suelen des- aparecer de la memoria; mas nunca se extinguen las sólidas y agradables cualidades que insensiblemen- te se forman mediante el estudio, cuya letra noes tan importante como su espíritu. He aquí dos re- sultados deseables: el hábito de reflexionar y la fa- cultad de sentir delicadamente. Es necesario que las niñas se habitúen á ejercitar su juicio en las co- sas y en los actos de la vida; á distinguir lo que es lícito y lo que es ilícito; á conocer los caracteres per- sonales y á conducirse con delicadeza en virtud de este conocimiento; á no admitir sino con gran reserva las máximas mundanas, y á discernir lo verdadero y lo falso, loeterno y lo convencional.
No porqueel buen gusto sea de uso menos nece- sario y general que la solidez del juicio, ha de ser considerado simplemente como un lujo; si se le considera superfluo, preciso es confesar que es el superfluo más interesante y necesario en las clases
