POLÍTICA DOMÉSTICA 29
que una de estas dos personas tenga el privilegio de la autoridad suprema.
¿Que título personal da derecho á ejercer la auto- ridad en la familia? — La supremacia de la razón, por- que, sin duda, el poder doméstico pertenece á aquel de los cónyuges que mas razonablemente pueda go- bernar á la familia.
Esta afirmación no es tendente á desconocer que las mujeres poseen, tan naturalmente como los hom- bres, el atributo distintivo de los seres humanos; pe- ro a causa de que la educación que se suministra generalmente á los varones, es muy superior á la que de ordinario se da á las niñas, resulta que las cua- lidades de la razón viril son precisamente aquellas que están más en relación con las que habilitan para el mando.
Discurramos sobre este delicado asunto, apoyán- donos en la opinión de una mujer eminentísima: la insigne autora del Ensayo sobre la educación de las mujeres. «Por lo menos, siempre será necesario»—dice la condesa de Remusat—«reconocer en los hombres más extensión en las facultades; y la extensión de la
