Recordación Florida/Tomo II Libro XII Capítulo I
Del sitio, naturaleza y calidad del Valle de Mixco y cosas particulares de su territorio, y otras cosas pertenecientes á la producción de este sitio.
De un numeroso y crecido pueblo tomó el general y simple nombre de Valle de Mixco toda la dilatada capacidad de su territorio, cuya etimología no se descubre: recóndita y negada aun á los mismos indios paisanos, que ingenuos confiesan ignorar la significación de su pronombre en su natural idioma Pocoman; y en ninguno de los otros diversos idiomas de tantos provincianos, no se rastrea ni descubre propiedad alguna ni aun semejanza para su inteligencia; y así habrá de correr en esta historia sin declararse más, bien que me atreveré á pensar que su significación, escondida y retirada á la inteligencia común y general, le debe provenir de no ser muy bueno el nombre y título de que goza.
Entre los Valles de las Vacas y Sacattepeques, tiene su situación y asiento el despejado Valle de Mixco, siendo entre todos los demás famosos valles antecedentemente descritos el que más se apropincua y llega á la parte del Septentrión, viéndose caído y inclinado á la de Levante, quedando de esta suerte entre los dos rumbos del Norte y el Oriente, siendo su verdadera situación al Nordeste.
Su frío y elevado terreno muestra en la especulación de su craso y jugoso panino sobre amarilla y á veces negra calidad de tierra, no en unida sustancia, sino en divididas mantas ó separadas hojas de una y otra miga de diverso terrunio en una sola tabla de campiña, una delgada y sutil nata y naturaleza de tierra, criada y mantenida sobre duros y estériles fundamentos de telpetates á sola media vara ó dos tercias de aquella sutil y delgada capa de tierra amarilla; pero aunque esta débil calidad de naturaleza la asiste por tener su reclinatorio y fundamento sobre duro y impenetrable de tetpetates, que son á manera, aunque de más dócil sustancia, de pedernales pardos, y su etimología manifiesta su sólida naturaleza, porque corresponde en nuestro castellano á petate de piedra, ó á petate de tierra, de tet, que es piedra, y petat, que es petate ó estera; ó de tali, que es tierra, y petat el petate; siendo esto último más conforme á su menos dura naturaleza. Y fundándose, como decíamos, la crasa y sustancial producción sobre estas duras cortezas de tierra empedernida, queda más rebalsada, humedecida y jugosa de las temporales lluvias, sin poder resolverse ni transminarse sutiles y delgadas á más porosidades que las de la primera nata y hoja de fructífera tierra; cuya humedad y putrefacción contenida, la hace felizmente fecunda, produciendo y arrojando en sus sembrados, si no más abundante crecida copia, más excelente calidad de blancos y maravillosos trigos, bien que de ligera y nunca ponderosa sustancia; cogiéndose con antelación á otros valles sus doradas mieses, á causa de lo elevado y eminente del país, y de lo árido y enjuto de la tierra en su naturaleza, que por más elevada en su situación despide y arroja con más facilidad y más propia naturaleza todas las humedades contenidas á lo más bajo y profundo de los valles; ayudando á coger sus granos con tanta antelación de tiempo lo muy temprano de sus siembras.Jamás se ha podido dilatar ni extender lo virtual de esta tierra, aun con los más cultos y atentos esmeros del arte, á producir ni criar otra cosa más de los trigo: que en ella se cogen, ó sea por razón de lo ocasionada y descubierta que está á los combates é ímpetus del Norte y hielos, ó porque la flaca y sutil materia de natural terreno, con vigor debilitado y corto, no alcanza á lo productivo de la mayor y más fértil generación que es necesario para arrojar y alimentar otras más robustas y crecidas plantas; con que el valle por sí y en su propia regular naturaleza es fértil de todas las cosas, necesitando con penosa fatiga de que les entre de fuera la hortaliza, fruta y pescado, que siempre llega desfigurado y marchito, y sólo bueno para el consumo y gasto de los indios, porque en lo caído de las aguas hay imposibilidad al riego de los sembrados, y para la provisión de pescado está veintisiete leguas apartado de la Mar del Sur.
Se aparta y dista este valle de la corte de Goathemala siete leguas de doblado y peligroso camino, á causa de las sierras y barrancos que en muchas partes cortan la derechura y vía de su tránsito, haciéndose por esta razón más dilatada de lo que demanda el progreso imaginario de su situación retirada, y mucho más impertransible y trabajoso de invierno, por ser el terreno de sus prolijas cuestas de calidad resbaladiza y á veces en una negra naturaleza de greda; mas se hace deleitable y transible á los dueños de las haciendas de su contorno por lo que les contribuye y tributa aquel terreno en las cogidas del año.
Casi toda la dilatada capaz distancia de su circunferencia, que se reduce y numera en la capacidad de sus terrenos á veintitres leguas esféricas que rodea y circunvala la pertenencia del valle, se ve poblada, adornada y vestida de varias caserías de apiñadas y casi contiguas labores que en él se benefician y labran, y que gozan de hermosos y clarísimos horizontes por todas las partes de su situación, á causa de la altura y eminencia de la encimada y descollada situación de su territorio.El agua de que goza y se provee es poca, y ésa profunda al suelo y plano de las barrancas, pero ésa excelentísima, sumamente delgada y ligera y que se roza y lava en hierbas y maderas medicinales, útiles y provechosas á la salud de los hombres; corriendo siempre muy colgada y precipitada entre riscos, y al paso que más quebrada más sutil y ligera, por donde se hace apetecible y provechosa.
Y aunque la calidad y esquiva naturaleza de su tierra no se dilata y alarga en la producción de otros frutos, hortalizas ni flores que común y generalmente llevan los demás países del Valle de Goathemala, en la feracidad y pingüe sustancia de sus crecidos y sazonados pastos y limpieza casi culta de sus campiñas, excede clara y notoriamente á todos los demás valles; siendo con igual naturaleza y abundancia producidos y conservados en toda la circunferencia de sus dilatados términos, sólo que este género de pastaje no se extiende en lo útil y adecuado, antes sí en lo nocivo y mortal á los ganados de los rebaños de ovejas, por ser de la hierba que llaman zaetilla, que introducida y coligada en los vellones enflaquece y debilita lentamente el ganado, introduciéndose por la piel hasta herir los interiores y matar y consumir todo lo que es de esta especie.
La calidad de sus bosques tributan y rinden, así como robustas é incorruptibles maderas, suficiente combustible en raja de leña y mucha trocería á las vecinas y numerosas caserías y poblazón de las labores, como también á la innumerable hoguera de las caleras; como en las incultas y tejidas breñas de sus pobladas y tupidas montañas diversidad y provechosa caza de ciervos, osos, armados, lobos, ardillas, pizotes, zorras, comadrejas y otros infinitos venatorios, sin la crecida suma de la bella, varia y grata cetrería, entre la cual se halla con abundancia maravillosa y crecida de guacamayas, carpinteros, cardenales, guirices y chijaos.
Demás de servir estas provechosas montañas á tan útiles y generales beneficios, como en la frecuente provisión de edificios y hornos, se dilatan pródigas y abastecidas á pro-producir y enjambrar numerosa cantidad de laboriosas abejas en los huecos y troncos robustos de fornidos y antiguos robles y encinas; de donde se sacan hermosos y considerables corchos para poblar dilatados y maravillosos como ricos colmenares, que algunos cuentan en sus galeras, pulidas y ordenadas, el admirable y prodigioso número de quinientos y setecientos corchos de capaz y sobrada morada cada uno.
Y entre los ricos dueños de este género de granjería y ocupación provechosa, es Pedro Sánchez, que cuenta, al tiempo que esto se escribe, mil y setenta colmenas en las casas y oficinas de este género que tiene en su labor, y el bachiller Miguel de Porres, presbítero de loable memoria, gozó en su vida, á esmero de su cuidado, de una oficina de más de ochocientos corchos que hoy se mira exhausta y desmantelada con la falta y muerte de su vigilante dueño, después que entró en poder de un deudo heredero que hizo del oro imposible, como otros hacen de los imposibles oro.