Refutación a una atroz calumnia/Carta
de Norte América en la corte de España.
No es, señor, de la mansion de los muertos en que V. me coloca mas ha de tres años, en su carta confidencial de 20 de Enero de 1826, pasada al duque del Infantado, primer ministro de S. M. C., que yo aparezco para turbar el reposo de V. Es de en medio de los vivos; es del seno de mi patria, en que disfruto la tranquilidad que dá una conciencia sin remordimientos, y la estimacion de mis conciudadanos, que tengo hoy el desagrado de dirigir â V. esta carta, y documentos que la acompañan, en reclamacion de la atroz calumnia con que V. ha ofendido á mi nombre.
Una ofensa pública producida en un documento oficial ecsije una satisfaccion tambien pública. Yo tengo la confianza de creer, que V. se apresurará á reparar el mal que me ha hecho, manifestando en contestacion á esta el origen de que V. sacó la noticia de "mi venta á los agentes de S. M. C., cuando ocupaba el puesto de director supremo de las Provincias Unidas del Rio de la Plata." Yo creo que debo tener esta confianza, hasta que haya motivos para persuadirme, que V. produjo una falsedad en aquel documento con el maligno intento de herir mi reputación.
He tomado medidas capaces de asegurarme, que será puesta en manos de V. esta carta; y confio que recibiré su contestación por el mismo conducto. Si asi no fuese; yo protesto que me valdré de todos los arbitrios que dan las leyes del país a que V. pertenece, para perseguir al calumniador; y tambien de los que me permite usar el derecho natural contra el impostor de mi honra.
Es entretanto con consideración atento servidor de V.
- Juan Martin de Pueirredon,
- General de la República Argentina.