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Revista de la semana del No. 6, 1869

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El Museo Universal (1869)
Revista de la semana del No. 6, 1869
de Nicolás Díaz de Benjumea
REVISTA DE LA SEMANA.

B

élgica lamenta la pérdida del jóven principe heredero del trono. El fallecimiento del príncipe real ha causado gran sensación en las naciones de Europa, puesto que si el soberano reinante ó su hermano dejasen de tener sucesor varón, podrían verse los belgas en no remoto período, precisados á pedir un nuevo rey en todas las casas reales del i continente. Cierto que existiendo la familia Coburgo, no sería para ellos cuestión tan embarazosa como lo es actualmente para los españoles, y sólo podrían temer que fuesen absorvidos en los dominios de un vecino poderoso. Sin embargo, todo esto puede preverse con tiempo. El gran peligro de la independencia del Bélgica, son las disensiones profundas que existen entre el clero, mas fanático, si cabe, que en la misma Irlanda, y el partido liberal, que le opone no menos vigorosa resistencia. En esta parte españoles y belgas están en situación idéntica, y espuestos, si no hay la suficiente cordura, á una guerra intestina que hiciese necesaria la intervención estranjera. El libro amarillo que da a conocer á la Asamblea francesa los hechos que al emperador conviene que se sepan respecto á su política esterior, viene este año lan desprovisto de interés, que la única transacción importante que contiene, se refiere á los preliminares de la Conferencia. Acerca de la ocupación del territorio Pontificio por las tropas francesas, ha habido frecuenI tes comunicaciones entre Italia y Francia, y según apa¡ rece por un despacho del general Menabrea, con fecha 19 de enero 1868, el emperador reconoció la necesidad de sacar la cuestión romana de la precaria, confusa y peligrosa situación en que se halla colocada. El punto de la dificultad para entenderse ambos gobiernos, es que Italia promete impedir la invasión del territorio rumano, cuando vea armadas las huestes garibaldinas; mientras que Napoleón pretende que se cure el rey en salud, y establezca una especie de inquisición ó policía secreta que ande atisbando dónde se almacena pólvora, dónde se reúnen armas, y donde soldados y voluntarios. Si asi siguen, tarde o nunca llegarán á entenderse. Ya se ha celebrado por prin era vez recepción de embajada chinesca en el salón Luis XIV de las Tunerías. El representante del celeste imperio, por medio de su intérprete Mr. Burfingame, suplicó al emperador que la Francia acogiese á China como á una hermana, puesto que ya habia abjurado de sus añejas preocupaciones, depuesto su antigua gazmoñería, y resuelto entrar buenamente á la parte con las demás naciones en el goce de los beneficios y provechos de la civilización. Acto continuo el intérprete entregó al emperador la credencial, que se dice ser de nada menos que seis pies de largo, al desdoblar la cual no podemos menos de ver cierta semejanza entre Mr. Burlingame y Leporello al enseñar á doña Elvira la lista dellc belle chama il padrón suo. Ahora bien, sí el emperador de los celestiales tiene sed de franquicias europeas y beneficios de la civilización, deber es del gobierno francés acabar con ciertos abusos é intolerancia respecto á la emisión del pensamiento, no sea que los chinos lo canten de plano á su señor y vea éste el mal recado que hizo en mandar aprendices á esa escuela. Dúdase do la terminación satisfactoria de la cuestión greco-turca, merced á la grande escitacion del pueblo heleno. En cambio el pueblo inglés se prepara con calma á abordar en la próxima reunión del Parlamento una gran cuestión que viene sobrenadando y agitando por largo tiempo la corriente de su política. La cuestión de Irlanda á que aludimos ha sido traida al debate en diferentes periodos y en todos interrumpida por graves y extraños accidentes: en 1778, por una guerra en el exterior y una guerra civil en casa; en 1792, por la revolución francesa: en 1801, fue resuelta á medias por Mr. Pitt, y en 1829, dejada á medio acabar por Roberto Peel y el duque de Wellington. Si alguna misión importante y definida tiene el ministerio liberal que hoy dirige los negocios públicos de Inglaterra, es la de dar cima á la verdadera unión del malamente llamado Reino-Unido de la Gran Bretaña, porque en vano es que se considere á Irlanda como una de las naciones que diplomática y geológicamente lo componen, si no hay común sentimiento de lealtad y no se funda la unión sobre cimientos de sabiduría y de justicia. Ahora ó tal vez nunca ha de quedar resuelta la cuestión religiosa, y cualquier obstáculo que surgiese, ya en los miembros de la Cámara popular, ya en la de ios pares, probaria, que el despotismo sufrido por los irlandeses, no se apoya en altas consideraciones políticas ni razones elevadísimas de Estado, sino en mezquinas preocupaciones y temores pueriles del pueblo inglés. Las noticias de nuestras Antillas, según los últimos partes del general Dulce, deben disminuir en mucho la ansiedad de los que miran con interés la suerte de nuestras provincias de Ultramar, que ciertamente son todos los buenos y verdaderos españoles. Los sucesos de diverso carácter en nuestra Península apenas se dan tiempo unos á otros, y no bastaría todo el espacio de nuestro Museo para reseñarlos, estando sobre todo en boga las manifestaciones, y como asunto mas al dia el que se refiere bajo diversas fases á la cuestión religiosa. El postrer dia de enero hubo en los Campos Elíseos una gran reunión libre cultista que presidió el señor Orense, y á la cual asistieron muchas señoras, y se pronunciaron elocuentes discursos por conocidos oradores populares, entre ellos el señor Castelar. La reunión formada después en columna de ocho ciudadanos en fondo paseó las calles principales de Madrid, é hizo alto en el ministerio de la Guerra, en donde los jefes conferenciaron con dos de los señores ministros. Casi al mismo tiempo tenia lugar en el Campo del Sepulcro., de Zaragoza, una manifestación de los partidos monárquico-democrático y republicano para protestar contra los sucesos de Búrgos y proclamar la libertad religiosa. Esta libertad existe ya de hecho en España puesto que vemos celebrarse ya el servicio divino en templos protestantes. En efecto, el pasado domingo asistió gran número de personas á la capilla evangélica «le la plazuela de los Donados, con la curiosidad natural de ver el culto de otros seré/, cristianos. En la puerta hubo algunos voluntarios de la libertad que cuidaban de la conservación del orden, pero no había necesidad de estas precauciones, porq :e los españoles se condujeron de la misma manera que los ingleses cuando visitan nuestros templos. Además hallamos en el notable documento del presidente del Ayuntamiento popvdar de Madrid, y en la alocución que dirige ;í sus habitantes la declaración de que todos los españoles v extranjeros establecidos en España tienen la facultad de ejercer públicamente el culto que profesen, sin mas limitaciones que las impuestas por las reglas universales de la moral y del derecho. Parece que en todas partes se lleva á cabo una gran revolución en favor del oello sexo, que comienza á gozar de nuevas é importantes prerogativas. En Berlín acaba de abrirse, bajo la protección de la princesa real de Prusia, una especie de universidad para mujeres con el título de El Colegio Victoria. Ya se han matriculado ciento ochenta alumnas. Las materias que se estudian en ella son: literatura francesa y alemana, historia de las arles, y ciencias naturales. La famosa Universidad de Cambridge ha comenzado en esle año á espedir certificados de exámenes á favor del bello sexo. Las materias que pueden estudiarlas damas se hallan distribuidas en seis series. La primera comprende conocimientos de religión, aritmética, historia y geografía de Inglaterra, é idioma, composición y literatura inglesas. La segunda, latin, griego, francés, alemán é italiano. La tercera, elementos de geometría y de álgebra y logaritmos; ídem de trigonometría plana, secciones cónicas simples, astronomía y dinámica. La cuarta, economía política y lógica. La quinta, botánica, geología, geografía física, zoología y química. La sesla, música y dibujo. No vamos en España á la zaga de este trascendental movimiento. El dia 2 del corriente se verificó en el loc.d del antiguo Conservatorio la inauguración del Ateneo de señoras, bajo la presidencia del señor Castro, rector de la Universidad central: á cuyo solemne acto concurrieron comisiones del Ayuntamiento, de la prensa, de las corporaciones científicas y literarias y multitud de personas notables. Las secciones comprenden las enseñanzas de música, piano, arpa, canto; idiomas francés, alemán, inglés é italiano; dibujo, flores artificiales; aritmética, Historia, geografía y cosmografía; teneduría de libros, caligrafía y taquigrafía. Deseamos el mejor éxito á tan dignos esfuerzos, y no dejaremos de reseñar sus trabajos para que sirvan de estímulo á otras provincias. El dia último del pasado mes tuvo también lugar la reunión de costumbre todos los años en la Biblioteca Nacional, para la entrega del premio concedido en el concurso abierto por la misma, que recayó en el laborioso escritor señor don Felipe Picatoste y Rodríguez por sus Apuntes para unabiblioteca científica española del siglo XVf. En dicho acto leyó el señor don Juan Eugenio Hartzenbusch una notable Memoria sobre los trabajos y situación del establecimiento durante el año pasado, en que demuestra el celo y conocimientos que le son propios en este importante ramo. Debemos hacer aquí especial mención del establecimiento y apertura de una nueva sociedad científicoliteraria con el título de Ateneo escolar de Madrid, de la que nos prometemos grandes beneficios en lo tocante á inslruccion y estímulo de la juventud, felicitándonos de ver responder con tanta actividad y celo á la concesión de las libertades'que ansiaba el digno pueblo español. No concluiremos esta Revista sin anunciar á nuestros lectores, que el doctor en medicina señor López de la Vega, incansable escritor, cuyo nombre es familiar á los suscritores á El Museo, ha publicado un poemita intitulado: Armonías de la religión, en cuya obra prueba, que el espíritu cristiano es la válvula de -seguridad de los pueblos cultos. También ha dado á luz una Monografía, sobre la verdadera esencialidad de la fiebre, declarándose partidario de la intoxicación miasmática y combatiendo la escuela esclusivista de la irritación. Éste trabajo, es la primera parle de su obra lata de medicina, cirugía y ciencias auxiliares.


Nicolás Díaz Benjumea.