Sentirse
Apariencia
SENTIRSE
Miro pasar la gente — Pobrecita la gente —
A mis pies, de repente,
La tierra tiembla toda como un niño azorado.
Sacúdeme los hombros su temblor desolado.
Me oprimo una con otra mis dos manos y siento
Mi calor que es el mismo que pone en movimiento
La inmensidad. Entonces mi vieja pena esquivo.
Crujen mis dedos; pienso: mi Dios, yo vivo, vivo!