Su vida (Santa Teresa de Jesús)

De Wikisource, la biblioteca libre.
Su vida (1927)
de Santa Teresa de Jesús
Nota: Se respeta la ortografía original de la época
SANTA TERESA DE JESÚS


SU VIDA







MADRID, 1927

INDICE DEL TOMO I



Páginas.
 Carta de Fray Luis de León á las madres Ana de Jesús y Religiosas carmelitas descalzas del Monasterio de Madrid........................................................................................................................................................................................................
5
La vida de la Santa Madre Teresa de Jesús, escrita por ella misma
 Dedicatoria á su confesor........................................................................................................................................................................................................
23
 Capítulo I.—En que trata cómo comenzó el Señor á despertar esta alma en su niñez á cosas virtuosas, y la ayuda que es para esto serlo los padres........................................................................................................................................................................................................
25
 Capítulo II.—Trata cómo fué perdiendo estas virtúdes, y lo que importa en la niñez tratar con personas virtuosas........................................................................................................................................................................................................
29
 Capítulo III.—En que trata cómo fué parte la buena compañía para tornar á despertar sus deseos, y por qué manera comenzó el Señor á darle alguna luz del engaño que habia traído........................................................................................................................................................................................................
35
 Capítulo IV.—Dice cómo la ayudó el Señor para forzarse á sí mesma para tomar hábito, y las muchas enfermedades que su Majestad la comenzó á dar........................................................................................................................................................................................................
40
 Capítulo V.—Prosigue en las grandes enfermedades que tuvo, y la paciencia que el Señor le dló en ellas, y cómo saca de los males bienes, segun se verá en una cosa, que le acaeció en este lugar que se fué á curar........................................................................................................................................................................................................
49
 Capítulo VI.—Trata de lo mucho que debió al Señor en darle conformidad con tan grandes trabajos; y cómo tomó por medianero y abogado al glorioso san Josef, y lo mucho que le aprovechó........................................................................................................................................................................................................
58
 Capítulo VII.—Trata por los términos que fué perdiendo las mercedes, que el Señor le habia hecho, y cuán perdida vida comenzó á tener: dice los daños que hay en no ser muy encerrados los monesterios de monjas........................................................................................................................................................................................................
66
 Capítulo VIII.—Trata del gran bien que le hizo, no se apartar del todo de la oracion, para no perder el alma; y cuán ecelente remedio es para ganar lo perdido. Persuade á que todos la tengan. Dice cómo es tan gran ganancia, y que aunque la tornen á dejar, es gran bien usar algun tiempo de tan gran bien........................................................................................................................................................................................................
82
 Capítulo IX.—Trata por qué término comenzó el Señor á despertar su alma y darle luz en tan grandes tinieblas, y á fortalecer sus virtudes para no ofenderle........................................................................................................................................................................................................
91
 Capítulo X.—Comienza á declarar las mercedes que el Señor la hacia en la oracion y en lo que nos podemos nosotros ayudar, y lo mucho que importa que entendamos las mercedes que el Señor nos hace. Pide á quien esto envia, que de aquí adelante sea secreto lo que escribiere, pues la mandan diga tan particularmente las mercedes que la hace el Señor........................................................................................................................................................................................................
97
 Capítulo XI.—Dice en qué está la falta de no amar á Dios con perfecion en breve tiempo; comienza á declarar, por una comparacion que pone, cuatro grados de oracion: va tratando aquí del primero: es muy provechoso para los que comienzan, y para los que no tienen gustos en la oracion........................................................................................................................................................................................................
105
 Capítulo XII.—Prosigue en este primer estado; dice hasta dónde podemos llegar con el favor de Dios por nosotros mesmos, y el daño que es querer, hasta que el Señor haga subir el espíritu á cosas sobrenaturales y extraordinarias........................................................................................................................................................................................................
117
 Capítulo XIII.—Prosigue en este primer estado y pone avisos para algunas tentaciones que el demonio suele poner algunas veces, y da avisos para ellas; es muy provechoso........................................................................................................................................................................................................
123
 Capítulo XIV.—Comienza á declarar el sigundo grado de oracion, que es ya dar el Señor á el alma á sentir gustos mas particulares: decláralo para dar á entender cómo son ya sobrenaturales. Es harto de notar........................................................................................................................................................................................................
137
 Capítulo XV.—Prosigue en la mesma materia, y da algunos aviso de cómo se han de haber en esta oracion de quietud. Trata de cómo hay muchas almas que llegan á tener esta oracion, y pocas que pasen adelante. Son muy necesarias y provechosas las cosas que aquí se tocan........................................................................................................................................................................................................
145
 Capítulo XVI.—Trata del tercer grado de oracion, y va declarando cosas muy sabidas, y lo que puede el alma que llega aquí, y los efetos que hacen esas mercedes tan grandes del Señor. Es muy para levantar el espíritu en alabanzas de Dios, y para gran consuelo de quien llegare aqui.........................................................................................................................................................................................................
157
 Capítulo XVII.—Prosigue en la mesma materia de declarar este tercer grado de oracion; acaba de declarar los efetos que hace; dice el impedimiento que aquí hace la imaginacion y memoria........................................................................................................................................................................................................
164
 Capítulo XVIII.—En que trata del cuarto grado de oracion; comienza á declarar por ecelente manera la gran dinidad que el Señor pone á el alma que está en este estado, es para animar mucho á los que tratan oracion, para que se esfuercen de llegar á tan alto estado, pues se puede alcanzar en la tierra; aunque no por merecerlo, sino por la bondad del Señor. Léase con advertencia; porque se declara por muy delicado modo, y tiene cosas mucho de notar........................................................................................................................................................................................................
171
 Capítulo XIX.—Prosigue en la mesma materia, comienza á declarar los efetos que hace en el alma este grado de oracion. Persuade mucho á que no tornen atrás, aunque despues de esta merced tornen a caer, ni dejen la oracion. Dice los daños que vernán de no hacer esto; es mucho de notar, y de gran consolacion para los flacos y pecadores........................................................................................................................................................................................................
181
 Capítulo XX.—En que trata la diferencia que hay de union á arrobamiento; declara qué cosa es arrobamiento, y dice algo del bien que tiene el alma, que el Señor por su bondad llega á él: dice los efetos que hace........................................................................................................................................................................................................
192
 Capítulo XXI.—Prosigue y acaba este postrer grado de oración; dice lo que siente el alma que está en él de tornar à vivir en el mundo, y de la luz que dá el Señor de los engaños de él: tiene buena dotrina........................................................................................................................................................................................................
209
 Capítulo XXII.—En que trata euan siguro camino es para los contemplativos no levantar el espíritu á cosas altas, si el Señor no le levanta; y cómo ha de ser el medio para la mas subida contemplacion la humanidad de Cristo. Dice de un engaño en que ella estuvo un tiempo. Es muy provechoso este capítulo........................................................................................................................................................................................................
217

INDICE DEL TOMO II



Páginas.
 Capítulo XXIII.— En que torna á tratar del discurso de su vida, y cómo comenzó á tratar de mas perfecion, y por qué medios; es provechoso para las personas, que tratan de gobernar almas que tienen oración, saber cómo se han de haber en los principios, y el provecho que le hizo saberla llevar........................................................................................................................................................................................................
5
 Capítulo XXIV.—Prosigue lo comenzado, y dice cómo fué aprovechándose su alma, después que comenzó á obedecer, y lo poco que le aprovechaba el resistir las mercedes de Dios, y cómo su Majestad se las iba dando mas cumplidas........................................................................................................................................................................................................
17
 Capítulo XXV.—En que trata del modo y manera cómo se entienden estas hablas, que hace Dios al alma sin oirse, y de algunos engaños, que puede haber en ello; y en qué se conocerá cuando lo es. Es de mucho provecho para quien se viere en este grado de oración, porque se declara muy bien, y de harta doctrina........................................................................................................................................................................................................
23
 Capítulo XXVI.—Prosigue en la mesma materia, va declarando y diciendo cosas que le han acaecido, que le hacían perder el temor, y afirmar que era buen espíritu el que la hablaba........................................................................................................................................................................................................
38
 Capítulo XXVII.—En que trata otro modo, con que enseña el Señor al alma y sin hablarla, la da á entender su voluntad por una manera admirable. Trata también de declarar una visión y gran merced, que le hizo el Señor, no imaginaria. Es mucho de notar este capítulo........................................................................................................................................................................................................
43
 Capítulo XXVIII.—En que trata las grandes mercedes que la hizo el Señor, y cómo le apareció la primera vez: declara que es visión imaginaria: dice los grandes efetos y señales que deja cuando es de Dios. Es muy provechoso capítulo, y mucho de notar........................................................................................................................................................................................................
57
 Capítulo XXIX.—Prosigue en lo comenzado, y dice algunas mercedes grandes que la hizo el Señor, y las cosas que su Majestad la decia para asigurarla, y para que respondiese á los que la contradecian........................................................................................................................................................................................................
70
 Capítulo XXX.—Torna á contar el de su vida, y cómo remedió el Señor muchos de sus trabajos con traer á el lugar donde estaba el santo varon fray Pedro de Alcántara, de la orden del glorioso San Francisco. Trata de grandes tentaciones y trabajos interiores, que pasaba algunas veces........................................................................................................................................................................................................
80
 Capítulo XXXI.—Trata de algunas tentaciones esteriores, y representaciones que la hacia el demonio, y tormentos que la daba. Trata también algunas cosas harto buenas, para aviso de personas, que van camino de perfecion........................................................................................................................................................................................................
95
 Capítulo XXXII.—En que trata cómo quiso el Señor ponerla en espíritu en un lugar del infierno, que tenia por sus pecados merecido. Cuenta una cifra de lo que allí se le presentó, para lo que tué. Comienza á tratar la manera y modo cómo se fundó el monesterio, adonde ahora está, de San José........................................................................................................................................................................................................
111
 Capítulo XXXIII.—Procede en la misma materia de la fundacion del glorioso san Jozef. Dice cómo le mandaron que no entendiese en ella, y el tiempo que lo dejó, y algunos trabajos que tuvo, y cómo la consolaba en ellos el Señor........................................................................................................................................................................................................
124
 Capítulo XXXIV.—Trata cómo en este tiempo convino que se ausentase de este lugar: dice la causa, y cómo la mandó ir su perlado para consuelo de una señora muy principal, que estaba muy afligida. Comienza á tratar lo que allá le sucedió, y la gran merced que el Señor la hizo de ser medio, para que su Majestad despertase á una persona muy principal para servirle muy de veras, y que ella tuviese favor y amparo despues en El. Es mucho de notar........................................................................................................................................................................................................
136
 Capítulo XXXV.—Prosigue en la mesma materia de la fundacion de esta casa de nuestro glorioso padre san Josef. Dice por los términos que ordenó el Señor viniese á guardarse en ella la santa pobreza; y la causa por qué se vino de con aquella señora que estaba, y otras algunas cosas que le sucedieron........................................................................................................................................................................................................
150
 Capítulo XXXVI.—Prosigue en la materia comenzada, y dice como se acabó de concluir, y se fundó este monesterlo del glorioso San Josef, y las grandes contradiciones y persecuciones, que, despues de tomar hábito las rellgiosas, hubo, y los grandes trabajos y tentaciones que ella pasó, y cómo de todo la sacó el Señor con vitoria, y en gloria y alabanza suya........................................................................................................................................................................................................
160
 Capítulo XXXVII.—Trata de los efetos que le quedaban cuando el Señor le había hecho alguna merced: junta con esto harto buena doctrina. Dice cómo se ha de procurar, y tener en mucho ganar algun grado mas de gloria, y que por ningun trabajo dejemos bienes que son perpétuos........................................................................................................................................................................................................
179
 Capítulo XXXVIII.—En que trata de algunas grandes mercedes que el Señor la hizo, ansi en mostrarle algunos secretos del cielo, como otras grandes visiones y revelaciones, que su Majestad tuvo por bien viese: dice los efetos con que la dejaban, y el gran aprovechamiento que quedaba en su alma........................................................................................................................................................................................................
188
 Capítulo XXXIX.—Prosigue en la mesma materia de decir las grandes mercedes, que le ha hecho el Señor: trata de cómo le prometió de lacer por las personas que ella le pidiese. Dice algunas cosas señaladas, en que la ha hecho su Majestad este favor........................................................................................................................................................................................................
206
 Capítulo XL.—Prosigue en la mesma materia de decir las grandes mercedes, que el Señor la ha hecho. De algunas se puede tomar harto buena dotrina, que este ha sido, segun ha dicho, su principal intento despues de obedecer, poner las que son para provecho de las almas. Con este capitulo se acaba el discurso de su vida, que escribió. Sea para gloria de el Señor: amen........................................................................................................................................................................................................
222