Supremo cortejo

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SUPREMO CORTEJO


Quiero, muerta y helada, estatua nieve y nácar,
Un supremo cortejo todo blanco de rosas;
Sin túnicas el cuerpo, bajo el sol, luz y fuego,
Quiero que un rayo tibio se sonría en mi boca.


Quiero, sobre un camello con los belfos temblantes,
Atravesar la tierra, terriblemente roja;
Ni un árbol, ni una planta, piedra y piedra: la arena
Parecerá de oro si el sol rubio la enfoca.


Que vayan con las gibas agobiadas de flores
Camellos y camellos tras la estatua (mi forma)
Pesarosos y lentos los cuadrúpedos de Asia
Se hundirán en la tarde, la mirada curiosa.


Ni un hombre, ni un suspiro, ni un gesto; en el silencio
Mi cuerpo y Dios de frente caminarán a solas...
Hacia el mar, hacia el mar, hacia el mar! Cuando sepa
La estatua ha de moverse a pesar de ser roca.


Oh el cortejo callado, tardo, manso, infinito...
Oh los pétalos blancos, blancos, blancos! La comba
De sus lomos hinchados como tumbas pequeñas
Y la noche que llega germinada de auroras.


Cómo cede el desierto bajo el tardo rumiante!
Cómo gime la noche! Cómo espantan las olas
Gemebundas de arena! Cómo acechan los tigres
Encogidos y quietos... latigueante la cola!


Cómo miran los astros el cortejo que pasa...
Cómo están las estrellas desoladas ahora!
Cada bestia es un mundo, cada arena una vida,
Y la luna se cae temblorosa y redonda.


Y después lentamente cómo pasan los días....
Cómo pasan los días.. noche y sol, sol y sombra.
Cómo siguen de quietos con los labios al cielo
Cuerpo mío de mármol; alma mía, paloma.


Oh ya tiemblan las carnes de las bestias cansadas!
Oh ya están las narices como finas corolas
Movedizas e inquietas! Mar retumba a lo lejos.
Mar golpea el desierto. Mar desgaja las costas.


Mar recibe el cortejo que desfila a la orilla.
—Van soñando las bestias con sus cargas de rosas —
La de belfos temblantes, cuerpo mío de piedra
Se sacude del lomo, y a las aguas lo arroja.


Es un largo silencio suspendido del cielo
Lo que beben las bestias encogidas y solas.
Es un largo silencio que les pica los ojos,
Les detiene los miembros, la pelambre le enrosca.


Mas después... oh el cortejo que se vuelve al desierto
Y la estatua que duerme vida eterna en la roca.
Siglos, siglos, más siglos. A través del oleaje
Se oyen mundos que vuelan y no paran las horas.


Va entretanto el cortejo por la noche - misterio...
Va el cortejo y los tigres se acurrucan y lloran...
Va el cortejo sin alma por la arena desierta...
Va el cortejo muy lento coronado de rosas.