De la correspondencia de los campos con los cuerpos que insisten sobre ellos, y de las superficies planas que tienen un mismo color.
El campo en que insista una superficie plana, si es del mismo color que ella, y ambos tienen una misma luz, no parecerá separado de la superficie, por ser iguales en color y luz. Pero siendo de colores opuestos, y con distinta luz,
parecerán separados.