Tratado de la pintura/CCCIX
§ CCCIX.
[editar]Los edificios de una Ciudad vistos de cerca en tiempo nebuloso, ó con aire muy grueso, ya sea por el humo de los fuegos que hay en los mismos edificios, ó por otros vapores, siempre se manifestarán tanto mas confusos, cuanto menor sea su altura; y al contrario con tanta mayor claridad, cuanto mas elevación tengan. Pruébase esto por la proposición 4.ª que dice: el aire cuanto mas bajo, es mas grueso, y cuanto mas alto, es mas sutil: lo cual lo demuestra la lámina, en la que el ojo N ve á la torre A F con interposición de aire grueso, el cual se divide en cuatro grados; que son cuanto mas bajos, mas densos. Cuanta menos cantidad de aire se interpone entre la vista y el objeto, tanto menos participará este del color del aire; y por consiguiente cuanto mas cantidad de aire haya interpuesta, tanto mas participará el objeto del color del aire. Demuéstrase esto asi: sea el ojo N al cual concurren las cinco especies de las cinco partes que tiene la torre A F, y son A B C D E, digo; pues, que si el aire fuese en todas igualmente denso, el pie de la torre F participaría del color del aire con igual proporción que la parte B, respecto á la proporción que hay entre la longitud de la recta M F y la B S. Pero como el aire, según la proposición citada, se va engruesando conforme se va bajando, es necesario que las proporciones con que el aire tiñe de su color las partes de la torre B y F sean de mayor razón que la proporción ya dicha: porque la recta M F, ademas de ser mas larga que la B S, pasa por una porción de aire diferentemente denso. Lámina XVII. Figura I.