Conde Lucanor:Ejemplo 43
Exemplo XLIIIº - De lo que contesçió al Bien et al Mal, et al cuerdo con el loco
[editar]El conde Lucanor fablava con Patronio, su consegero, en esta manera:
-Patronio, a mí contesçe que he dos vezinos: el uno es omne a qui yo amo mucho, et ha muchos buenos deubdos entre mí et él porquel’ devo amar; et non sé qué pecado o qué ocasión es que muchas vezes me faze algunos yerros et algunas escatimas de que tomo muy grand enojo; et el otro non es omne con quien aya grandes debdos, nin grand amor, nin ay entre nos grand razón porquel’ deva mucho amar; et éste, otrossí, a las vezes, fázeme algunas cosas de que yo non me pago. Et por el buen entendimiento que vos avedes, ruégovos que me consejedes en qué manera passe con aquellos dos omnes.
-Señor conde Lucanor -dixo Patronio-, esto que vós dezides non es una cosa, ante son dos, et muy revessadas la una de la otra. Et para que vós podades en esto obrar como vos cumple, plazerme ía que sopiéssedes dos cosas que acaesçieron; la una, lo que contesçió al Bien et al Mal; et la otra, lo que contesçió a un omne bueno con un loco.
El conde le preguntó cómo fuera aquello:
-Señor conde -dixo Patronio-, porque éstas son dos cosas et non vos las podría dezir en uno, decirvos he primero de lo que contesçió al Bien et al Mal, et dezirvos he después lo que contesçió al omne bueno con el loco.
Señor conde, el Bien et el Mal acordaron de fazer su compañía en uno. Et el Mal, que es más acuçioso et sienpre anda con rebuelta e non puede folgar, sinon revolver algún engaño et algún mal, dixo al Bien que sería buen recabdo que oviessen algún ganado con que se pudiessen mantener. Al Bien plogo desto; et acordaron de aver ovejas.
Et luego que las ovejas fueron paridas, dixo el Mal al Bien que escogiesse en el esquimo daquellas ovejas.
El Bien, como es bueno et mesurado, non quiso escoger, et el Bien dixo al Mal que escogiesse él. Et el Mal, porque es malo et derranchado plógol’ ende, et dixo que tomasse el Bien los corderuelos assí como nasçían, et él, que tomaría la leche et la lana de las ovejas. Et el Bien dio a entender que se pagava desta partiçión.
Et el Mal dixo que era bien que oviessen puercos; et al Bien plogo desto. Et desque parieron, dixo el Mal que pues el Bien tomara los fijos de las ovejas et él la leche et la lana, que tomasse agora la leche et la lana de las puercas, et que tomaría él los fijos. Et el Bien tomó aquella parte.
Después dixo el Mal que pusiessen alguna ortaliza; et pusieron nabos. Et desque nasçieron, dixo el Mal al Bien que non sabía qué cosa era lo que non veía, mas, porque el Bien viesse lo que tomava, que tomasse las fojas de los nabos que paresçían et estaban sobre tierra, et que tomaría él lo que estava so tierra; et el Bien tomó aquella parte.
Después pusieron colles; et desque nasçieron, dixo el Mal que pues el Bien tomara la otra vez de los nabos lo que estava sobre tierra, que tomasse agora de las colles lo que estava so tierra; et el Bien tomó aquella parte.
Después dixo el Mal al Bien que sería buen recabdo que oviessen una muger que los serviesse. Et al Bien plogo desto. Et desque la ovieron, dixo el Mal que tomasse el Bien de la çinta contra la cabeça, et que él que tomaría de la çinta contra los pies; et el Bien tomó aquella parte. Et fue assí: que la parte del Bien fazía lo que cumplía en casa, et la parte del Mal era casada con él et avía de dormir con su marido.
La muger fue en çinta et encaesçió de un fijo. Et desque nasçió, quiso la madre dar al fijo de mamar; et cuando el Bien esto vio, dixo que non lo fiziesse, ca la leche de la su parte era, et que non lo consintría en ninguna manera. Cuando el Mal vino alegre por veer el su fijo quel’ nasçiera, falló que estava llorando, et preguntó a su madre que por qué llorava. La madre le dixo que porque non mamava. Et díxol’ el Mal quel’ diesse a mamar. Et la muger le dixo que el Bien gelo defendiera diziendo que la leche era de su parte.
Cuando el Mal esto oyó, fue al Bien et díxol’, riendo et burlando, que fiziesse dar la leche a su fijo. Et el Bien dixo que la leche era de su parte et que non lo faría. Et cuando el Mal esto oyó, començól’ de afincar ende. Et desque el Bien vio la priessa en que estava el Mal díxol’:
-Amigo, non cuides que yo tampoco sabía que non entendía cuáles partes escogiestes vós sienpre et cuáles diestes a mí; pero nunca vos demandé ya nada de las vuestras partes, et passé muy lazdradamiente con las partes que me vós dávades, et vós nunca vos doliestes nin oviestes mensura contra mí, pues si agora Dios vos traxo a lugar que avedes mester algo de lo mío, non vos marabilledes si vos lo non quiero dar, et acordatvos de lo que me feziestes, et sofrid esto por lo ál.
Cuando el Mal entendió que el Bien dizía verdat et que su fijo sería muerto por esta manera, fue muy mal cuitado et començó a rogar et pedir merçet al Bien que, por amor de Dios, oviesse piedat daquella criatura, et que non parasse mientes a las sus maldades, et que dallí adelante sienpre faría cuanto mandasse.
Desque el Bien esto vio, tovo quel’ fiziera Dios mucho bien en traerlo a lugar que viesse el Mal que non podía guaresçer sinon por la vondat del Bien, et tovo que esto le era muy grand emienda, et dixo al Mal que si quería que consintiesse que diesse la muger leche a su fijo, que tomasse el moço a cuestas et que andudiesse por la villa pregonando en guisa que lo oyessen todos, et que dixiesse: «Amigos, sabet que con bien vençe el Vien al Mal»; et faziendo esto, que consintría quel’ diesse la leche. Desto plogo mucho al Mal, et tovo que avía de muy buen mercado la vida de su fijo, et el Vien tovo que avía muy buena emienda. Et fízose assí, et sopieron todos que sienpre el Bien vençe con bien.
Mas al omne bueno contesçió de otra guisa con el loco, et fue assí: Un omne vono avía un baño et el loco vinía al vaño cuando las gentes se vañavan et dávales tantos colpes con los cubos et con piedras et con palos et con cuanto fallava, que ya omne del mundo non osava ir al vaño de aquel omne bueno. Et perdió su renta.
Cuando el omne bueno vio que aquel loco le fazía perder la renta del vaño, madrugó un día et metiósse en el vaño ante que el loco viniesse. Et desnuyóse et tomó un cubo de agua bien caliente et una grand maça de madero. Et cuando el loco que solía venir al vaño para ferir los que se vañassen llegó, endereçó al vaño como solía. Et cuando el omne bueno que estava atendiendo desnuyo le vio entrar, dexóse ir a él muy bravo et muy sañudo, et diol’ con el cubo del agua caliente por çima de la cabeça, et metió mano a la maça et diol’ tantos et tales colpes con ella por la cabeça et por el cuerpo, que el loco cuidó ser muerto, et cuidó que aquel omne bueno que era loco. Et salió dando muy grandes vozes, et topó con un omne et preguntól’ cómo vinía assí dando vozes, quexándose tanto; et el loco le dixo:
-Amigo, guardatvos, que sabet que otro loco a en el vaño.
Et vós, señor conde Lucanor, con estos vuestros vezinos passat assí: con el que avedes tales debdos que en toda guisa quered que sienpre seades amigos, et fazedle sienpre buenas obras, et aunque vos faga algunos enojos, datles passada et acorredle sienpre al su mester, pero siempre lo fazed dándol’ a entender que lo fazedes por los debdos et por el amor quel’ avedes, mas non por vençimiento; mas al otro, con quien non avedes tales debdos, en ninguna guisa non le sufrades cosa del mundo, mas datle bien a entender que por quequier que vos faga todo se aventurará sobrello. Ca bien cred que los malos amigos que más guardan el amor por varata et por reçelo, que por otra buena voluntad.
El conde tovo éste por muy buen consejo et fízolo assí, et fallóse ende muy bien.
Et porque don Johan tovo éstos por buenos enxiemplos, fízolos escrivir en este libro et fizo estos viessos que dizen assí:
Sienpre el Bien vençe con bien al Mal;
sofrir al omne malo poco val.
Et la istoria deste enxiemplo es ésta que se sigue: