Diccionario manual isleño/Provincia de Chiloé
Provincia de Chiloé
Datos Históricos y Estadísticos
El Archipiélago de Chiloé fué avistado por primera vez por Alonso de Camargo el año 1550, propiamente descubierto y explorado por Francisco de Ulloa en 1553 y agregado a la Corona de España por Martín Ruíz de Gamboa en 1567.
El primer nombre que recibió el Archipiélago fué el de "La Cananea", por haber sido descubierto el segundo Domingo de Cuaresma, en que se lee el Evangelio de la Cananea. Pero este nombre impuesto por el descubridor, fué sustituido por el de "Nueva Galicia", dado por Martín Ruíz de Gamboa.
El Archipiélago, dependiente en un principio de la Capitanía General de Chile, fué incorporado al Virreinato del Perú en 1766.
Por ley de 30 de Agosto de 1830, el Archipiélago fué constituido en provincia chilena con los diez departamentos siguientes: Ancud, Calbuco, Carelmapu, Castro, Chacao, Chonchi, Dalcahue, Lemuy, Quenac y Quinchao.
Por ley de 22 de Octubre de 1861, Calbuco y Carelmapu fueron disgregados de la provincia de Chiloé, y Chiloé quedó constituido en la forma actual, esto es, con los departamentos de Ancud, Castro y Quinchao.
Ancud, con una población actual de 3,600 hab., fué fundado en 1768 con el nombre de Villa de San Carlos de Chiloé, nombre que, por ley de 4 de Julio de 1834, cambió por el de Ancud, y pasó a ser capital de la Provincia en lugar de Castro.
Castro, con una población actual de 1,243 hab., fué fundado por Martín Ruiz de Gamboa en Febrero de 1567 con el nombre de San Antonio de Castro, en honor del Virrey del Perú D. López García de Castro. Fué capital de la Provincia desde el 30 de Agosto de 1826 hasta el año 1834.
La tercera ciudad del Archipiélago es Achao con 1,571 hab. La población total del Archipiélago, según los últimos censos, es de 99,044 hab., de los cuales 28,057 pertenecen al Departamento de Ancud, 52,385 al de Castro y 18,602 al de Quinchao.
Chiloé tiene 4 establecimientos de asistencia gratuita a los enfermos, 12 compañías de bomberos, 3 juzgados de letras, 2 agencias bancarias, 4 sucursales de la Caja Nacional de Ahorros, 15 oficinas telegráficas, 67 establecimientos industriales con un capital de 1 400,000 pesos, 202 establecimientos de instrucción con 17,000 alumnos, 1 Seminario y 1 Liceo. Posee además una línea férrea de 97 kilómetros que une a Ancud con Castro y líneas de pequeños vapores que lo ponen en comunicación con Puerto Montt.
El movimiento de giros y letras de cambio ha subido en algunos años a más de 2.000,000 de pesos. Su producción de papas fué el año pasado de 540 mil quintales métricos, y la fabricación de sidra o chicha de manzana ascendió en el mismo año a 33,500 decálitros.
Los artículos de importación son azúcar, parafina, vinos, géneros, harina, aguardiente y varios otros de abarrote.
Los de exportación son: maderas, leña, cueros vacunos, jamones, papas, huevos, escobas, quilineja, ganado, mariscos en conserva, ostras, sidra, suelas, aves etc.
Sus industrias son cervecerías, curtidurías, fabricación de aguardiente y sidra, preparación de mariscos en conserva, construcción de botes, lanchas y goletas, corte de ladrillos de cancagua para casas, braseros y hornos, preparación del cochay, aserraderos a vapor o hidráulicos etc. Todo esto fuera de los innumerables molinos de que está como sembrada la Isla, y que constituyen, junto con sus numerosas capillas, la característica de la Provincia, los sencillos emblemas de la oración y del trabajo, entre los cuales divide su existencia el humilde y esforzado campesino chilote.
Entre las pequeñas industrias caseras o manuales, pueden mencionarse los tejidos de canastos, la fabricación de secadores o tumbillas, escobas, cordeles de lino, sogas de quilineja y boqui, lazos de cuero, redes, velas de sebo, cables, remos, cola, sidra-champaña, chuño de papas, guitarras, flautas, violines, frazadas, ponchos, alfombras, sabanillas, bordillos, pantalones, chaquetas, alforjas, yocontos, bordadas, encajes de crochet, añascados, marcos para retratos, relojeras, flores etc., hechos con conchas, corchos, escamas de pescado etc., etc.
Su flora es abundante y variadísima, como puede verse por las siguientes plantas: alerce, ampe, arrayán, avellano, boqui, canelo, ciprés, ciruelillo, coihue, coirón, cortadera, culli, chaura, chilca, chinchín, chupón, dildahuen, espino amarillo, blanco y verde, huarapo, huella, huillipeta, huilqui, ilqued, junquillo, laurel, lirio, luma, mañíu, maqui, mechay, melí, micha, molfuen-mámel, muermo o ulmo, mulul, natre, ñipe, nocha, pahueldún, palgupín, palo mayor, palo muerto, parquina, pelú, pellu-pellu, peta, piquilma, poe, quiaca, quila, quilineja, quilmay, quiscal, ralral, roble, romero, romerillo, tayu, teníu, tepú, thaumamen o thaumen, thauthau, tique, vochi-vochi etc., etc., etc. (Las voces técnicas correspondientes como también los usos industriales y medicinales de dichas plantas, pueden consultarse en nuestro Vocabulario).
Respecto de su agricultura, Chiloé produce alpiste, avena, cebada, centeno, lino, maíz, papas, tabaco (se cultiva en uno que otro lugarejo), trigo etc. La quínoa existía todavía en Chiloé el año 1875.
En cuanto al cereal indígena llamado el mango, se estima hoy extinguido, si bien algunos creen que existe.
Sus hortalizas son: la acelga, el ajo, el apio, la arveja, la betarraga, la lacayota, la cebolla, el cilantro, la coliflor, el chalote, la espinaca, el fréjol, el haba, la lechuga, el nabo, el orégano, el pepino, el perejil, el puerro, el porrón, el repollo, la zanahoria, el zapallo etc., etc.
Los colonos extranjeros han hecho ensayos, con muy buen resultado, de la achicoria, la betarraga sacarina, la mostaza, el opio para aceite, el oblón y el ruibarbo.
Sus árboles frutales son el manzano, el peral, el ciruelo, el cerezo, el guindo. El nogal apenas produce; la higuera sólo alcanza a dar las brevas; el membrillo y el durazno no llegan a su completa madurez; el naranjo y el limonero sólo se dan en las huertas a fuerza de cuidados. La uva no alcanza ni a su mediana sazón.
Sus pastos son: el pasto miel, el pasto ovillo, la hualputa, la chépica, el alfilerillo, en escasa cantidad, la alfalfa chilota o trébol amarillo y varios otros producidos por semillas importadas.
También se dan el reygrass o vallico y el trébol blanco.
Los abonos de Chiloé son: el sargazo, la lamilla (algas marinas que en ciertas épocas arroja el mar en grandes cantidades), la ceniza vegetal, las conchas, los peces y moluscos en putrefacción, la papa podrida y el estiércol de oveja, caballo y animal vacuno.
También se emplean, aunque en poca cantidad, el guano de lobo y el de pájaro. El salitre es muy poco usado en razón de su precio.
La fauna relativa a los cuadrúpedos es bastante pobre. Sus representantes son: el caballo (de poca alzada), el buey, el cerdo, la oveja, la cabra, el conejo, el zorro, el pudú, el colo, el huillín, el chingue, la huiña, la cuya etc.
Se cree que existe también el culpeu.
Entre las aves silvestres y marinas citaremos las palomas torcaces, tordos, zorzales, el quechi-quechi, el deñi, frailecillos, loros, colibríes, trepadores, pájaros moscas, cazamoscas de moño blanco, el reyezuelo negro de Tierra del Fuego, el huid-huid, el chucao, diucas, jilgueros, vaudas, pájaros carpinteros, el fío-fío, el coo, el bonete, el cisne, la garza, el cae o cague, flamencos, patos tiles y de otras clases, thutlaques o bandurrias, cotutas, patrancas, petreles, gaviotas, traros, el martín pescador, cuervos, thiles, pilotos, tiuques, jotes, tagua-taguas, gualas, coicos etc. etc.
(Consúltense los nombres técnicos en nuestro Vocabulario.)
Las aves de corral son los pavos, gansos, patos domésticos, palomas, gallinas y gallinetas. También se domestica el canquén.
La fauna marítima es variada y abundante. Los peces que pululan en los mares de Chiloé son el róbalo, la corvina, la lisa, el lenguado, el pejerrey, el plato (así llamado por su semejanza con este utensilio), la huelca, la anchoveta, el pejegallo, el tollo, la sardina, la sierra, la jibia, el congrio, el pámpano o salpa, la cabrilla, la trucha, el cahuel o tonina, el pescadito chino etc., etc. El lobo marino o la foca abunda mucho en las partes más australes de la Isla.
La ballena ha escaseado mucho en los últimos años.
Los mariscos principales son: las ostras, cholgas, choros, comes, tacas, navajuelas, chapes o chapelinas, locos, picos, caracoles, palo-palos, quilmahues, quilquihuenes, lilehuenes, concuenes, coyes o colles, el culeg̲e, el erizo, el cangrejo, el camarón, la apancora, la jaiva, la pinuca, el piure, la centolla, la tortuga, el huepo, la macha, el piquilhue, la loya, el quelmey, el dalle, el panihue, la "turritela", la "voluta", las "mactras", el nautilo, el "pecten", la lapa etc., etc.
(Consúltense las voces técnicas en nuestro Vocabulario).
La mineralogía de Chiloé está representada por el granito, la cal, la tiza, la caolina, el petróleo, el acre, la piedra pómez, la cancagua, la sílice porosa de infusorios, la lignita, el carbón de piedra, el hierro magnético, pirita de hierro, pizarras arenas auríferas etc., etc.
Por lo que se refiere a la administración eclesiástica, Chiloé dependió del Obispado de Concepción hasta el año de 1840.
En este año fué erigida canónicamente la Diócesis de S. Carlos de Ancud por la Bula Ubi primum de la Santidad de Gregorio XVI.
Fué su primer Obispo el Ilmo. Sr. D. Justo Donoso, de la Orden de Santo Domingo, consagrado el 4 de Febrero de 1849.
Sucedióle el Ilmo. Sr. Fr. Francisco de P. Solar, Mercedario, consagrado el 20 de Setiembre de 1857.
Gobernó en seguida el Ilmo. Sr. Fr. J. Agustín Lucero, Dominicano, consagrado el 6 de Febrero de 1857.
Luego entró a regir la Diócesis el Ilmo. Sr. D. Ramón A. Jara, consagrado Obispo el 19 de Junio de 1898.
Le sucedió el Ilmo Sr. Fr. Pedro A. Valenzuela, Mercedario, consagrado Obispo el 26 de Junio de 1910.
Por fin, rige actualmente la Diócesis, con aplauso unánime, el Ilmo. Sr. D. Antonio Castro, de los S. S. C. C., consagrado Obispo el 2 de Junio de 1918.
La Diócesis tiene una extensión de 130 mil quilómetros cuadrados con 320 mil habitantes. Posee 50 parroquias y 4 vice-parroquias. Su clero es muy escaso, pues alcanza sólo al número de 68.
Acerca de la administración civil, damos la siguiente nómina de los Intendentes que ha tenido la Provincia desde su anexión al territorio nacional, efectuada el año 1826, hasta la fecha.
Don José Santiago Aldunate.—José María Bosa.—Juan Felipe Carvallo.— Angel Argüelles.—Juan Antonio Vives.—Isaac Thompson.—Eugenio Necochea.— Domingo Espiñeira.—Cipriano Palma.—J. Ramón Lira.—Juan Miguel Riesco.— Juan Vidaurre Leal.—Francisco Bascuñán Guerrero.—José Rondizzoni.—Francisco 2.° Puelma.—Javier Rengifo.—Juan V. Blest.—Manuel J. Olavarrieta.—Basilio Urrutia.—Emilio Sotomayor.—Virginio Sanhueza.—Luis Plaza de los Reyes.—Ramón Escobar.—Rafael de la Cruz.—Luis M. Rodríguez.—Alfredo Coq Port.—Manuel Salinas.—Ricardo Ahumada M.—Reinaldo Castro.—Domingo Toro Herrera.—Ricardo Silva Arriagada.—Luis M. Rodríguez.—Camilo Menchaca.—Juan S. Prado Puelma.—Alejandro Guzmán.—Pedro Mena Larraín.—Enrique Lyon.—Octavio Astorquiza.—Vicente del Solar.—Luis Dávila.