El himno de la vida
Plañidero no me cantes:
"Sueño es vano la existencia;
Las imágenes engañan,
"Como muerto está el que sueña."
Vida cierta aquí vivimos,
No es la tumba nuestra meta;
¡Polvo vil, al polvo torna!
Contra el alma no es sentencia,
No es misión ni fin del hombre
El placer ni la tristeza;
Sí el trabajo, y que otro día
Que otro paso dimos, vea.
Largo el Arte, el Tiempo breve.
¿Corazón que fuerte alienta,
Tambor sordo, marcha fúnebre
Redoblando irá á la huesa?
En el campo de batalla
Del vivir, no el hombre sea
Muda res bajo el cayado,
Sino el héroe de la oruerra.
No el Futuro te fascine,
El Pasado muerto deja;
Trabajando en el Presente
Ten valor, y en Dios espera.
De hombres grandes las historias
A ser grandes nos enseñan,
Y á dejar también del tiempo
Nuestros pasos en la arena.
Y ese rastro en el desierto,
Quien perdido ya se crea,
Mirará, y á la obra santa
Volverá con fuerzas nuevas.
¡Ea! ¡Todos al trabajo
Sin desánimo ni tregua!
¡Veteranos de la vida,
Arma al brazo, y á la brecha!