El médico a palos/Acto III/Escena VII
la puerta del foro.) DON GERÓNIMO. BARTOLO.
Señor amo.
Señor Don Gerónimo..... ¡Ay qué desdicha!
¿Pero qué se llevan?
El boticario no es boticario.
Ni se llama Don Casimiro.
El boticario es Leandro, en propia persona, y se lleva robada á la señorita.
¿Qué dices? ¡Pobre de mí! ¿Y vosotros, brutos, habéis dejado que un hombre solo os burle de esa manera?
No, no estaba solo, que estaba con una pistola. El demonio que se acercase.
¿Y este picaro de médico.....
Este bribon, que ha sido su alcahuete..... Al instante buscadme una cuerda.
Ahí habia una larga de tender ropa.
Sí, sí, ya sé donde está. Voy por ella.
(Vase por la izquierda, y vuelve al instante con una soga muy larga.)
Me las ha de pagar..... Pero ¿hácia donde se fueron? ¡Válgame Dios!
Yo creo que se habrán ido por la puerta del jardín que sale al campo.
Aqui está la soga.
Pierda usted cuidado. Vamos, señor Don Bartolo.
(Le hacen sentar en la silla poltrona, y le atan á ella, dando muchas vueltas á la soga.)
Voy á buscar aquella bribona..... Voy á hacer que avisen á la justicia, y mañana sin falta ninguna este picaro médico ha de morir ahorcado..... Andrea, corre, hija, asómate á la ventana del comedor, y mira si los descubres por el campo. Yo veré si los del molino me dan alguna razon. Y vosotros no perdáis de vista á ese perro.
(Se va Don Gerónimo por la derecha y Andrea por la izquierda. Lucas y Ginés siguen atando á Bartolo.)