Ir al contenido

Historia XVII:Rusia

De Wikisource, la biblioteca libre.
← Historia XVII:Decadencia de Polonia


El pueblo ruso, al hacerse cristiano griego en el siglo XI, había sido separado de los pueblos católicos de Europa. De ellos se apartó aun más en el siglo XIII, cuando fué dominado por los tártaros procedentes de Asia. Los rusos empezaron a vivir como los pueblos de Oriente, usaron barba larga y largos ropajes flotantes, se acostumbraron a tener a sus mujeres encerradas. Coparon incluso algunas costumbres tártaras, el samovar para hacer el té, —el knut, látigo con correas con el que puede matarse a un hombre de un solo golpe. Adoptaron la costumbre de prosternarse delante del soberano.

El pueblo ruso había sido repartido entre gran número de pequeños príncipes, todos de la misma familia. Todos vinieron a ser súbditos del Jan (jefe) de los tártaros, que habitaba en una ciudad cuyas casas eran de madera, cerca de la desembocadura del Volga.

El príncipe de Moscou se puso al servicio del Jan para imponer los tributos a los rusos. Llegó poco a poco a acabar con los restantes príncipes rusos. Luego se hizo independiente de los tártaros, sometió todos los territorios de lengua rusa y tomó el título de zar. Conquistó más tarde parte de los países tártaros, alrededor de Kazan. Tuvo entonces el territorio más vasto de toda Europa.

El zar Ivan, apellidado el Terrible (1533-1584), famoso por sus matanzas, mandó edificar en Moscou el palacio del Kremlin.

La dinastía de Ivan se extinguió en 1598. Una asamblea de los obispos y de los señores eligió zar a un señor ruso que se hizo detestar persiguiendo a las familias nobles.

Un joven se presentó entonces como hijo de Ivan, Demetrio, al cual se creía asesinado. Le reconoció gran parte de los rusos, fué apoyado por el rey de Polonia y se convirtió a la religión católica. Como el zar hubiera muerto, el falso Demetrio entró en Moscou y fué coronado. Pero se casó con una polaca católica y llevó a Rusia polacos que irritaron al pueblo de Moscou mofándose de Su religión. Los nobles conspiraron y reunieron un pequeño ejército. Demetrio, sorprendido una noche, fué muerto, y el pueblo degolló a parte de sus polacos.

En el desorden que siguió, los polacos y los suecos invadieron Rusia. Un ejército polaco entró en Moscou. Los cosacos y los tártaros invadieron las provincias meridionales, incendiando las aldeas y profanando las iglesias. Entonces los rusos, excitados por los monjes, se sublevaron, fueron contra Moscou y sitiaron el Kremlin. Los polacos que le ocupaban se rindieron y fueron hechos esclavos.

Luego los insurrectos convocaron una asamblea general del país. A ella acudieron obispos, señores, oficiales, y hasta comerciantes (1613). Eligió zar a un joven señor ruso, Miguel, de la familia de los Romanoff, con la que se enlaza la del zar reinante últimamente en Rusia. El padre de Miguel, Filaretes, patriarca de la Iglesia rusa, gobernó en nombre del joven zar. Rusia tuvo durante un siglo dos soberanos a la vez, el zar y el patriarca.

En la segunda mitad del siglo XVII el imperio ruso se ensanchó mucho por el lado del Oeste cuando los cosacos sublevados contra los polacos se hicieron súbditos del zar (véase esta sección). Hizo primeramente que Polonia le cediera (1667) todo el territorio al Este del Dnieper, territorio enorme en el que había dos ciudades rusas, Kiev y Smolensko. Adquirió luego (1681) lo que quedaba del territorio de los cosacos al occidente del Dnieper. Así fué reunida al Imperio del zar casi toda la Pequeña Rusia, es decir, el territorio en que se habla el dialecto pequeño ruso.