Historia general del Perú, o Comentarios reales de los incas (Tomo I)/Capítulo XX

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CAPÍTULO XX.

Pueblos que mandó poblar el primer Inca.

Volviendo al Inca Manco Capac decimos, que despues de haber fundado la ciudad del Cozco en las dos parcialidades que atras quedan dichas, mandó fundar otros muchos pueblos; y es así que al oriente de la ciudad, de la gente que por aquella vanda atraxo en el espacio que hay hasta el rio llamado Paucartampu, mandó poblar á una y á otra vanda del camino real de Antisuyu trece pueblos que no nombramos por escusar proligidad; casi todos ó todos son de la nacion llamada Poqués. A poniente de la ciudad, en espacio de ocho leguas de largo y nueve ó diez de ancho, mandó poblar treinta pueblos que se derraman á una mano y otra del camino real de Cuntisuyu. Fueron estos pueblos de tres naciones de diferentes apellidos; conviene á saber, Masca, Chillqui, Papri. Al norte de la ciudad se poblaron veinte pueblos de quatro apellidos, que son, Mayu, Cancu, Chinchapucya, Rimactampu. Los mas de estos pueblos estan en el hermoso valle de Sacsahuana, donde fue la batalla y prision de Gonzalo Pizarro. El pueblo mas alejado de estos está á siete leguas de la ciudad, y los demas se derraman a una mano y a otra del camino real de Chinchasuyu. Al mediodia de la ciudad se poblaron treinta y ocho ó quarenta pueblos, los diez y ocho de la nacion Ayarmaca, los quales se derramaban a una mano y a otra del camino real de Collasuyu por espacto de tres leguas de largo, empezando del parage de las salinas que estan una legua pequeña de la ciudad, donde fue la batalla lamentable de Don Diego de Almagro el viejo y Hernando Pizarro: los demas pueblos son de gentes de cinco ó seis apellidos, que son: Quespicancha, Muyna, Urcos, Quehuar, Huaruc, Caviña. Esta nacion Caviña se preciaba en su vana creencia, que sus primeros padres habian salido de una laguna, á donde decian que volvian las ánimas de los que morian, y que de allí volvian á salir y entraban en los cuerpos de los que nacian: tuvieron un idolo de espantable figura a quien hacian sacrificios muy bárbaros. El Inca Manco Capac les quitó los sacrificios y el idolo, y les mandó adorar al sol como á los demas sus vasallos.

Estos pueblos, que fueron mas de ciento, en aquellos principios fueron pequeños, que los mayores no pasaban de cien casas, y los menores eran de veinte y cinco y treinta: despues por los favores y privilegios que el mismo Manco Capac les dió, como luego diremos, crecieron en gran número, que muchos de ellos llegaron á tener mil vecinos, y los menores á trescientos y á quatrocientas. Despues, mucho mas adelante, por los mismos privilegios y favores que el primer Inca y sus descendientes les habian hecho, los destruyó el gran tirano Atauhuallpa, a unos mas, á otros menos, y á muchos de ellos asoló del todo. Ahora en nnestros tiempos, de poco mas de veinte años a esta parte, aquellos pueblos que el Inca Manco Capac mandó poblar, y casi todos los demas que en el Perú habia, no estan en sus sitios antiguos, sino en otros muy diferentes, porque un visorrey, como se dirá en su lugar, los hizo reducir á pueblos grandes, juntando cinco y seis en uno, y siete y ocho en otro, mas y menos como acertaban a ser los poblezuelos que se reducian; de lo qual resultáron muchos inconvenientes que por ser odiosos se dexan de decir.