La separación
Vase un amigo, y otro, y otro luégo:
No hay vínculo suave
Que en esta vida, ajena de sosiego,
Con el morir no acabe.
Si aquí tuviese término el camino,
Fuera mísero asaz nuestro destino.
Por cima de este valle de dolores,
Allá, en región serena,
No marchitan los años voladores
La vida siempre llena;
Ni son cual meteoros fugitivos
Los afectos allá, mas siempre vivos.
Por cima de este mundo hay otro mundo
Que ausencias no conoce;
Eternidad de amor santo y profundo
Que es de los buenos goce.
La Fe ha visto al que muere alzar el vuelo
Y allá fijar las anclas de su anhelo.
Así una, y otra, y otra, en mar lejana
Se ocultan las estrellas,
Y más y más se enciende la mañana;
¿A dó se fueron ellas?
No las agobia adversa pesadumbre;
Envueltas van en piélagos de lumbre.