Las cabezas de borrico
Apariencia
Las cabezas de borrico.
Un caballero de provincia entró en una tienda de Madrid que por cesación de comercio estaba liquidando y tenia pocos géneros.
— ¿Qué se vende aquí? preguntó.
— Cabezas de borrico, dijo el tendero, que no podía tener buen humor. El provinciano volvió á examinar la tienda sin desconcertarse, y dijo:
— Buen despacho ha tenido V. , pues ha quedado sola la suya por vender.