Libro de Buen Amor: 073
De cómo clérigos e legos, e flayres e monjas, e dueñas, e joglares salieron a reçebir a don Amor IV
Luego a la entrada a la mano derecha
estava una mesa muy noble e muy fecha,
delante ella grand' fuego, de sí grand' calor echa,
quantos comen a ella, uno a otro asecha.
Tres caballeros comían todos a un tablero,
asentados al fuego cada uno señero,
non se alcançaríen con un luengo madero,
e non cabríen entr' ellos un canto de dinero.
El primero comía las primeras cherevías,
comiença a dar çanahoria a bestias de estabrías,
da primero farina a bueyes de erías,
fase días pequeños e mañanas muy frías.
Comía nueses primeras e asava las castañas,
mandava sembrar trigo e cortar las montañas,
matar los gordos puercos e desfaser las cabañas,
las viejas tras el fuego ya disen las pastrañas.
El segundo comía toda carne salpresa,
estava enturbiada con la niebra su mesa,
fase nuevo aseyte, con la blasa non l' pesa,
con el frío a las de veses en las sus uñas besa.
Comíe el caballero el toçino con verças,
enclaresçe los vinos con ambas sus almuesas,
ambos visten çamarras, querríen calientes quesas:
en pos de éste estaba uno con dos cabeças.
A dos partes otea aqueste cabeçudo,
gallinas con capirotada comía a menudo,
fasíe serrar sus cubas, fenchirlas con embudo,
echar de yuso yelos que guardan vino agudo.
Fase a sus collasos faser los valladares,
refaser los pesebres, limpiar los albañares,
çerrar los silos del pan, e seguir los pajares,
más querríen entonçe peña que non loriga nin ijares.
Estavan tres fijosdalgo a otra noble tabla,
mucho estavan llegados, uno a otro non fabla,
non se podrían alcançar con las bigas de Gaola,
non cabría entre uno e otro un cabello de Paula.
El primero de aquestos era chico enano,
oras triste sañudo, oras seye loçano,
tenía las yerbas nuevas en el plado ansiano,
pártese del invierno, e con él viene verano.
Lo más que éste andava era viñas podar,
et engerir de escoplo e gavillas amondar,
mandava poner viñas para buen vino dar,
con la chica alhiara non l' pueden abondar.
El segundo envía a viñas cavadores,
echan muchos mugrones los amugronadores,
vid blanca fasen prieta buenos enjeridores.
A omes, aves e bestias mételos en amores.
Éste tiene tres diablos presos en su cadena,
el uno enviava a las dueñas dar pena,
pésal' en el lugar do la mujer es buena,
desde entonçe comiença a pujar el avena.
El segundo diablo entra en los abades,
arçiprestes e dueñas fablan sus poridades
con este compañero que les dan libertades,
que pierden las obladas e fablen vanidades.
Antes viene cuervo blanco que pierdan asnería,
todos ellos e ellas andan en modorría,
los diablos do se fallan, lléganse a compañías,
fasen sus diabluras e su truhanería.